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sábado, 10 de febrero de 2024

BELLA ROSARIO (Recuerdos que siempre quedan) - Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España

 




BELLLA ROSARIO (Recuerdos que siempre quedan)

 

Salí de la estación de autobuses de Buenos Aires una hermosa mañana a mediados de septiembre 2005. Después de colocar mi maleta en el furgón de la parte trasera del autobús tomé asiento al lado de una joven mujer de tez morena y ojos profundos. Casi de inmediato emprendimos una conversación que duró casi todo el trayecto. El rasgo más característico de esta persona, Viviana, era su dulzura, unida a una sencillez de trato que esconden siempre las personas buenas y cultas. Y como previsto, hice un recorrido de más de quinientos kilómetros al lado de una encantadora persona. Hablamos de muchas cosas, de los contrastes de Argentina con España, las formas de vivir de los dos países, las múltiples convergencias y sobre todo, las diferencias en una visión, que a mí, se me antojaron plurales y enriquecedoras.

            Subíamos hacia “Entre Rios”, provincia del norte de Buenos Aires; el paisaje era hermoso, la planicie que recorríamos inmensa; por momentos creía que el autobús no se había movido, tanto el paisaje quedaba estático, en cambio, el vehículo corría veloz hacia nuestro destino.

            Cuando, un poco aturdida, recogía mi maleta, una encantadora voz, como una caricia, sonó a mis espaldas, era María Luisa. Un enjuto señor con mucha prestancia la acompañaba, su esposo. De repente vi las puertas abiertas de par en par, no sólo de unos corazones bellos, sino, que toda la Argentina se erizaba ante mí ofreciéndome un cariño y una hospitalidad a la que yo dudo, pueda corresponder. Quedé tan gratamente sorprendida que por la noche apenas pude dormir, a pesar de la confortable pieza que María Luisa y su esposo habían dispuesto para mí.

            En este ambiente familiar la conversación fue fluida, dos corazones generosos y en el mío se iba hacinando un infinito agradecimiento que siempre guardaré como uno de los acontecimientos más gratificantes de mi existencia.

            A la mañana siguiente de la mano de María Luisa visitamos Rosario. Calles. Iglesias, monumentos forman una amalgama que he retenido quizás, con cierta confusión pues mi mente ya no podía absorber tantas bellezas y variedad de cosas. Nuestro encuentro con Raúl Astorga y Marcelo Juan Valenti, todo un poema. Dos encantadores muchachos con los que pudimos compartir una hermosa mañana; enfrente del restaurante, un testigo: el río Paraná; por él circulan los grandes barcos transportando todo tipo de mercancías. Por gentileza de mis   huéspedes pude probar la cocina italiana que los argentinos elaboran tan acertadamente.

            Por la tarde subimos en un yate e hicimos el recorrido del ancho y fluidos río Paraná. Llegamos hasta el impresionante puente, que con sus diversos tramos alcanza los 58 kilómetros de largo y donde el barco da la vuelta de retorno. Mis ojos no daban abasto para ver tanta belleza. La rivera de la derecha estaba llena de vegetación exuberante, algunas cabañas de pescadores y diversas viviendas aisladas, a la izquierda, como alargándose perezosamente la hermosa ciudad de Rosario y su monumento a la bandera. El trayecto había durado dos horas acumuladas en mi retina y en mi espíritu todo un mundo de fraternidad infinita. Volvimos a casa de María Luisa atravesando el parque Urquiza, lleno de majestuosos árboles que ponen de relieve esa exuberante naturaleza americana motivo de tantas charlas aquí, en el viejo continente.

            Cuando a la mañana siguiente el autobús me devolvía a Buenos Aires, un peso oprimía mi pecho, una lágrima afloró a mis ojos y sentí mi corazón mecido de belleza, amor y gratitud, como nunca he sentido, y de verdad, pensé que estaba disfrutando de un privilegio, que sólo los dioses del Parnaso pueden otorgar, quizás caprichosamente, pero que esta vez, la suerte, me había tocado a mí.

                                                                                                                     

SALOMÉ MOLTÓ, Alcoy, Alicante, España

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA 


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