ACERCA DEL SONETO LUNFARDO
El soneto es una forma
estrófica que consta de catorce versos, de once sílabas cada uno, distribuidos
en dos cuartetos y dos tercetos.
El más antiguo, del que se
tenga noticia, fue escrito alrededor del mil doscientos por Jacopo de
Lentini.
Esta singular combinación
métrica, tal vez por “sonar bien” - según su sentido etimológico - no tardó en
difundirse en Europa y, entre nosotros fue su primer cultor quien
coincidentemente fuera también nuestro primer poeta: el cordobés Luis José de
Tejeda y Guzmán, muerto en 1680. Éste permaneció ignorado hasta 1916, año en
que Ricardo Rojas descubrió en la Biblioteca Nacional el manuscrito
de sus obras. En esos días, Felipe Fernández “Yacaré” publicó su libro “Versos
rantifusos”, en el que habría de mostrarse, también, como el primero, pero el
primero en sonetear en lunfardo.
Medio siglo después, Edmundo
Rivero, al musicalizar sonetos lunfas, lograría vincularlos
indisolublemente con el tango.
Y ahora, por mi parte,
recordando que el lunfardo es también “un aire”:
SONETO
Un soneto me pide el amor
propio
y en mi vida me he visto en tal apuro.
Si cuatro versos ya me dan laburo,
antes de los catorce será un opio.
De las formas no quiero ser esclavo.
Además, sobre el tema ya se ha escrito.
En el séptimo verso lo medito
y no sé si plantarme en el octavo.
¿Seguir o no seguir? Esa es mi duda.
Pues la cosa se me hace peliaguda
al tratarse de historia tan junada.
Pero ya falta poco, y lo importante,
es ahora encontrar la consonante
y dar esta cuestión por terminada.
LUIS ALPOSTA, Buenos
Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR
CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario