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sábado, 1 de abril de 2023

EL AMOR Y SU COSECHA, Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina

 








EL AMOR Y SU COSECHA


Ser o no Ser: he aquí la cuestión

Y el Verbo desatado más en controlado y bardo frenesí,

lleva la alcurnia elevada por el Amor que roza su piel

hasta adentrarse en las más tibias, sonoras

 y poéticas de sus frágiles entrañas…

Y se pregunta:

Caricias y crispaciones:

¿es eso o de eso trata o maltrata el humano Amor?

Abrazo ciego bajo un cielo de acuciante flora

 y ardiente jauría primaveral:

¿es eso o de eso trata o maltrata el humano Amor?

¿O acaso y más bien, un alocado derrumbe de penumbras

 y de fatuos silencios entrecortados,

por un aliento fino, locuaz y perfumado,

capaz de cabalgar el aire sin tener alas ni canto de mirlo para ello?

¿Es eso o de eso trata o maltrata el humano Amor?

¿Y diremos también, presencias y añoranzas?

¿Martirio, depresión y delirio?

¿Fugacidad inasible de lo eterno?

¿Astuta o deliciosa sierpe encaramada –sin duendes afines-

a los erectos y peneales sueños de Eros?

¿Es eso o de eso trata o maltrata el humano Amor? 

Dicen algunos, y convencido de sus sanas experiencias lo repito:

el amor es un tesoro de corduras y de gentiles esperanzas.

Y ser Amor y del Amor todo el tiempo,

un desafío inefable para la humana carnadura del humano Amor... 

Entonces, así como el tiempo es la medida de las esperas existenciales,

puede que el amor sea también un lugar,

un sitio de alegrías y fierezas,

donde hasta la amarga sequía enlodando de insomnio

la pérdida de una ardiente cosecha,

 se atenúa en la noche aquella,

-la de la continua espera-

para dejar al hombre encontrar, en sus raíces más profundas

una paz verdadera, íntima, humilde y sincera:

aún temiendo, quizás, el oscuro presagio

del fuego, de la plaga o del granizo,

golpeando con dureza todo anhelo

más a sabiendas, sin embargo, que otras fuerzas

rotarán su desatino, y, en los cuadrantes de Geo,

Y otras más firmes, circulares y enhiestas

reemplazarán a las caídas

con el rubor sacralizado de una novia virgen

al encuentro del amado,

 para hacer del trigo fruto, y finalmente objeto

de abundante, espléndida cosecha.

 

NÉSTOR ADRIÁN ESCUDERO, Santa Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


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