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TITULISTIS SI
TITULITIS NO
Ya
puedes poner el canal que quieras, a la hora que quieras y donde quieras,
siempre lo mismo y hablando del mismo tema. Los diplomas que no encuentran, los
títulos que se otorgaron de forma poco convincente, que si tú esto y que tú,
más.
Dijo
el sabio que habían dos cosas inconmensurables, el firmamento y la estupidez
humana, pero se le olvido apuntar que ésta última se la puede ir hinchando según
a quien convenga, incluso, algunos jueces parece que también andan intentando
aclarar las cosas y que tampoco logran poner un poco de sentido común a los
hechos, aunque no sea el más común de los sentidos, como suele decirse.
El
absurdo toca ya lo demencial, ahora con una señora ministra indagando si ha
tenido relaciones con un señor imputado en varios delitos y yo creo que también
la van a indagar si saluda a los vecinos cuando los encuentra al salir o entrar
en el ascensor de su casa.
Pronto
propondrán que cada persona que tenga un diploma, de lo que sea, lo enmarque y
que se lo cuelgue del cuello cada vez que salga de casa. Más estupideces
imposibles.
Recuerdo,
hace ya muchos años, que un señor que ejercía de bedel en un colegio, pasaba
todo el tiempo que podía, estudiando a los pájaros. Muchos profesores admiraban
su trabajo de investigación. Y si bien recuerdo no tenía título alguno y sabía
más de ornitología que algunos catedráticos del tema, pero entonces no
padecíamos la enfermedad del “titulitis” y la lógica y la honestidad nos
asistían más y mejor y mientras se pierde el tiempo y el dinero en estas
banalidades, los problemas laborales, de salud, de enseñanza, tendrán que
esperar hasta que otra epidemia de estos temas nos invada.
©SALOMÉ
MOLTÓ, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Así es, se le da más importancia al título que al conocimiento. Buena reflexión, Salomé.
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