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EN EL RECUERDO (Se hubiera podido evitar)
Sujetaba
la escalera a penas con una pierna, apretando el escalón y alargando el brazo
alcanzó una bolsa bastante grande que quedaba al fundo del armario, tiró con
fuerza la pudo sacar y sin saber qué podía contener bajó con ella los cuatro
escalones. Ya en el suelo y lleno de curiosidad abrió la bolsa y sacó un montón
de pequeños objetos que seguramente su mujer había dejado allí, cuando le daba
el “ataque limpiador” como decía, cuando se ponía a limpiar y ordenar los
rincones de toda la casa.
A
su gran sorpresa cogió en las manos un escapulario, el que su abuelo trajo
hacía un montón de años de Cuba, cuando allá por el lejano final del siglo
diecinueve, luchó en la última guerra colonial de España.
No
podía yo comprender lo que le ocurría, el porqué, aquel escapulario guardase
tanta importancia y que le hubiese causado tanto disgusto. Y me preguntaba
porque damos tanta importancia a ciertos objetos, que aunque valiosos, tanto en
sentido sentimental como material, nos podían alterar de tal manera.
Indagando
un poco más, se suelen averiguar las causas de ciertos asuntos. Creyendo que su
amigo Pedro se lo había sustraído, mi tío-abuelo se enfrentó a él con violencia
y perdió su amistad para siempre. Posiblemente ahora al tener el objeto en las
manos, sintió un profundo dolor, descubrir el objeto olvidado en aquel armario,
no iba a devolverle al entrañable amigo, que por un mal entendido había
perdido. Tampoco supo explicarse porque, a veces actos banales, estúpidos e
insulsos, nos pueden causar tanta desazón, cuando una meditación a tiempo,
hubiera evitado todo agravio. Empezó a replantearse una nueva reflexión.
©SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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