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sábado, 27 de enero de 2018

SIEMBRE HAY QUE TENER ALGO, Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España


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Imagen de: Cultura Colectiva


SIEMBRE HAY QUE TENER ALGO

Suele ser justo lo que dice la gente en general y el enfoque se va hacía lo económico, hasta el punto de calificar a los demás, según lo que tienen o poseen. Se llenan la boca de calificativos, es hermosa, inteligente, culta y lo mismo con los chicos, para añadir un “Sí, pero ¿qué tiene?” se refieren a la parte económica para que te suban el listón del valor y por lo tanto, el nivel de “categoría” que se te va a asignar.
Y duele, por supuesto, porque cada persona es un mundo aparte con sus defectos y cualidades, frustraciones, ilusiones y demás.
También es verdad que necesitamos de una “colchoneta” que amortigüe, nuestras “caídas” no tanto físicas como afectivas, porque todos necesitamos ser amados, o por lo menos aceptados, algo que no se da con mucha frecuencia. Muchas personas que se han dado a los demás y lo han dado todo, se encuentran decepcionadas, porque el depredador se ha largado dejando un enorme vacío, físico y sentimental.
A pesar de comprobar que la mayoría de la gente se mueve por los dos elementos básico, de la sociedad actual, el ego y el interés, todos necesitamos tener, en lo más profundo, un VALOR, un elemento de apoyo y de referencia donde refugiarnos cada vez que arrecie el temporal social, que cada cual califica a su modo, o quizás sólo una orientación, un apoyo que guardamos en lo más íntimo, que nos ayude e influya en nuestras decisiones. De ahí que son tan importantes para muchas personas, la religión, la política, la ciencia, el fútbol etc. y que se resuelve como el sentimiento íntimo que guía su futuro. A tal punto que se inventan toda clase de religiones nuevas, políticas milagrosas, el que mi equipo es el mejor, incluso, enfoques nuevos en ciencias y demás. Porque la verdad, practicando enfrentamientos y guerras estúpidas perdemos demasiado tiempo, que es lo más valiosos que tenemos.
De otro modo, y según diversas opiniones, las personas se hunden en vicios estúpidos, drogas, fanatismos que cierran su instinto racional. Es lo que te inquieta cuando te dicen “Necesitas un proyecto que de razón a tu existencia, no se vive solamente para trabajar, comer y dormir” entonces, necesitamos algo de gran valor o que, por lo menos, lo consideremos como tal.
Me pregunto si esto es verdad o sólo la punta del iceberg de las relaciones sociales que no acabamos de comprender ¡somos tan complicados! A veces sólo aparentemente.

©SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

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