LA CODICIOSA Y GUERRERA CORRUPCIÓN[1]
“La guerra es
un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por
la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan…” (Erich
Hartmann).
Recientemente, el escritor argentino Jorge Bernabé Lobo Aragón, elaboró
un preciso, ajustado acto reflexivo[2]
acerca del cáncer social que significa la corrupción.
Cuando el Buen Jesús enfrentaba a ciertos personajes de la época que derivaban en conductas aberrantes para el pueblo judío, llamaba a estos "sepulcros blanqueados" o hipócritas; blancos por fuera y llenos de podredumbre por dentro.
Blancos en modo maquillaje, el mismo que usan los llamados "diplomáticos" de carrera o de oficio para "negociar" Verdades verdaderas y en este mundo de lobos[3] planificado por los amargos Señores del Poder Mundial, disfrazados de corderos en nombre de la libertad o de la "legítima defensa". O el nuevo nombre de la codicia planificada. Concepto caduco acuñado en tiempos de Santo Tomás de Aquino, y que Juan Pablo II tildara de arcaico e indefendible en su desviación guerrera.
En tanto, incluso, hay gente y “entidades” que
medran con el tema de la “Paz” y hacen de ella una industria para su propio
beneficio, así como otros lo hacen con la infausta Guerra, venga esta de donde
venga. Y todo porque parece ser que, en este Mundo, “nada es verdad ni mentira, y todo es según del color del cristal como
se mira” (Ley Campoamor)[4]. Quizás por ello, el Buen Jesús alertaba
a sus discípulos con una sentencia intrigante: “Ustedes están, pero no son del Mundo” (Jn 15-18-21).
Una fachada de legitimidad expuesta incluso en rimbombantes
instituciones internacionales (sí, acertó, esas), que son coaptadas en sus
malversados procedimientos y acciones (la más atroces: sus Guerras frías y
calientes) por los secuaces del Mal y llenos del fango avaro y ominoso por
dentro... Y, de esto, hace ya más de dos mil años...
De hecho, es cierto que, desde a.C., la vileza de la corrupción (que trasciende a cualquier ideología –sistema de ideas- o instrumento filo-sociológico, pues no se trata de “política” como “arte de lo posible” –en tanto la supervivencia es el arte de lo necesario-[5], sino de profunda, humana y divina espiritualidad) era sobre todo la que practicaba la clase reinante y también la consultiva de los sectores del Poder Mundano (de aquellos que integran el Círculo Rojo Diabólico desde su perverso "amor" al Poder, contrario sensu a los que practican el poder del Amor)...
... En todos los casos refulgían las flamas de la codicia, la mentira, el odio, la difamación y la concupiscencia, como faros que guiaban el descontrol[6] hacia el cual, los Imperios, terminaban cayendo y colapsando.
Hoy día, los que colapsan son las Repúblicas y las Democracias: proyectos institucionales de acuerdos de convivencia[7] arduamente formulados y consentidos, pero que terminan minados (y valga el necesario sonsonete) por el desapego a la ética (buenos principios) y a la moral (buenas costumbres), y que deberían acreditarse sobre la base del incuestionable precepto de la Dignidad Humana. Dignidad Humana que debe relacionar social y espiritualmente a todos los hombres que se tilden de buena voluntad; es decir, aquellos que no piensan en mezquinos intereses sino en desprendidos servicios teórico-prácticos al Bien Común.
En tal sentido, reflexiones como las del apreciado Jorge Bernabé Lobo Aragón y situados prima facie en un insoslayable, desgraciado accidente ferroviario en Argentina (la denominada Tragedia de Once; pero que en la actualidad puede ejemplificarse en las virósicas acciones abortivas malthusianas y guerras internacionales programadas, tanto por Occidente como por Oriente), son un acto de Luz, de claridad en las tinieblas a la que estamos sometidos como nunca y actualmente, por una propia o extraña necedad: la de ese Hombre que no termina de evolucionar como tal, desoyendo -en su dura cerviz pecaminosa e ignorante- al clamoroso testimonio de Amor Ofrenda procurado por el mismo Dios hecho tal, y letalmente crucificado en su carnal y misericordiosa visita a la Humanidad.-
©ADRIAN NÉSTOR ESCUDERO, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO
DE ASOLAPO ARGENTINO
[1] ADRIÁN
N. ESCUDERO - Santa Fe de la vera Cruz, Argentina. Publicado el 27/28-02-2022 en Página de Autor FACEBOOK y en el Grupo Literario FACEBOOK "AMIGOS DE
LAS LETRAS RAFAELA" - Responsable: Lic. Prof. Liana Friedrich,
Presidenta Club de Leones de Rafaela y Ciudadana Ilustre de dicha ciudad
argentina).-
[4] Link – Poeta Ramón de las Mercedes Campoamor (España, 1817-1901) – Sitio: https://www.google.com/search?q=nada+es+verdad+ni+mentira+todo+segun+cristal+con+que+se+mira&rlz=1C1ALOY_esAR979AR979&oq=nada+es+verdad+ni+mentira+todo+segun+cristal+con+que+se+mira&aqs=chrome..69i57j33i160.8712j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8
[6] Arrieta, Ever, op.cit. – “(…)
La frase de Hobbes (op. cit. - homo
homini lupus: el hombre lobo del hombre) (es) una metáfora del animal salvaje
que el hombre lleva por dentro, siendo capaz de realizar grandes atrocidades y
barbaridades contra elementos de su propia especie. Algunas de esas acciones
son dirigir guerras, practicar exterminio contra un grupo social, realizar
atentados, asesinatos y secuestros, someter a otros individuos a la esclavitud,
tráfico ilegal de personas, etc. (…)”. Ver
Cita 3.-
ooo
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