QUE HE HECHO
Que
he hecho con mi vida, que he hecho con mi don.
Los
avatares del mundo moderno y en especial en Latinoamérica han parcializado
muchos conceptos esenciales en la comprensión de la existencia personal y de la
sociedad.
Tomemos
como ejemplo la interpelación.
Interpelar
es exigir explicaciones sobre un asunto, en especial cuando se tiene autoridad
o derecho.
Pero
en las concepciones modernas, sobre todo desde la óptica de la liberación, se
ha tomado como una relación exclusivamente hacia el otro, con sentido de
exterioridad.
Esta
bien que así sea, pero se ha olvidado que también hay un acto de interpelación
interior, con una mirada hacia uno mismo, el cual puede ser fundante de la
interpelación exterior.
Desde
dicha concepción se interpela por el acto de justicia que no hiciste. Entonces,
te interpelo por lo que debiste hacer y cumplir conmigo. Por ejemplo en
atención a la pobreza, al machismo, a la dominación, a la opresión.
Las
situaciones recurrentes, la pobreza creciente de la mayor parte de la
población, los tipos de opresión, el machismo ancestral, el capitalismo
dependiente que transfiere valor al capitalismo central, la totalidad
hegemónica, las diferencias de ciertos grupos en todos los esquemas políticos,
hacen que exista una interpelación constante, de un sector oprimido hacia los
opresores.
Que
por lo general se produce en el seno mismo de la sociedad, es decir un grupo
social que termina oprimiendo a otro.
Encarar
esta interpelación es una parte de la solución y plantea una parte del
problema.
Porque
hay un hombre común, y es innato a todos los hombres el deseo del sumo bien, y
de la felicidad.
Pero
si vivo en medio de una sociedad con todas las situaciones recurrentes
señaladas, y creo y espero el sumo bien, es prioritario que me interpele a mi
mismo.
Que
tome conciencia de mi deber, me pregunte que he hecho, como he actuado y cual
es mi comportamiento.
La
brutal exterioridad del post modernismo movió el eje de la condición humana y
olvidó la conciencia.
Que
existir, existe, y que todo hombre tiene conciencia del bien, también, ya que
aún los regímenes mas atroces intentaron siempre dejar trascender que no
existían violaciones, dentro de ellos y que respetaban los derechos.
Es
decir aunque el sistema era perverso, tenían conciencia de su incorrección y
querían demostrar hacia fuera que no era así.
Por
eso la primera interpelación debe ser la de uno mismo, sin descuidar ni negar
la interpelación del otro.
Que
he hecho de mi vida, significa ponerse frente a sí, mirarse interiormente y
preguntar, he sido justo, fui prudente, no me abuse de los que estaban a mi
mando o a mi cuidado, tomé la mío y respeté los bienes y los derechos de los
demás, intenté equilibrar las cosas y mejorar la sociedad.
Que
he hecho con mi don, es también desde uno mismo, reflexionar si los atributos y
las virtudes que me han dado las he usado correctamente, en provecho de la
sociedad y agotando mis capacidades.
Si
puede hacer algo por el otro, por la humanidad, por la naturaleza y omití
hacerlo.
Si
en realidad he obrado bien, con justicia y sin omisiones.
Es
un acto de conciencia, un mea culpa. Un análisis de mi yo interior, de mi alma,
que si está bien hecho catapultará mi conducta exterior y me concientizará para
ver la magnitud de la pobreza de mi hermano, y de lo que puedo hacer por
los demás.
Ver
la opresión, la tiranía, el autoritarismo, el machismo, la violencia, el
capitalismo dependiente y las diferencias y discriminación; que es lo que está
a mi alcance, que puedo hacer, que puedo general en los demás con mi obra y mi
prédica.
Mirar
a mi interior para ver si estoy dispuesto a caminar junto a los otros, a lograr
que haya justicia, paz, equilibrio y libertad; sobre todo a lograr un mundo con
hombres comprometidos al bien común.
Miro a mí Interior
Miro
a mí Interior y me interpelo
que
has hecho de tu vida, de tu don
es
innato a los hombres el deseo
del
sumo bien, de todo amor.
Quizás
no he puesto el mismo celo
que
pongo en el gozo, en el placer
para
que la existencia tome vuelo
cumpliendo
estrictamente mí deber
Miro
a mí hermano con recelo
aunque
el egoísmo lo haga padecer
pienso
que todo acaba en este suelo
no
sé acaso que debo trascender
si
no me igualo al otro en el sendero
no
podré la vida resolver
©ELIAS GALATI, poeta y escritor
argentino
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