POESIA N
Abrí mis
manos.
Paloma
tibia,
voló apenas
sobre la fuente.
Posó sus
alas, queda;
bebió en
silencio
mirando
apenas
el trémulo
sentir
de mil alas
agitándose
en la bruma.
Abrí mis
manos.
No había
otra alternativa.
Voló sin
ganas;
apenas
agitó sus alas.
Sacudió el
tedio de la tarde
plena.
No había
más
para seguir
quedándose.
Ya todo
estaba dicho.
Sólo una
triste soledad
aquietó mi
alma
que ya casi
estaba
descarnada.
Ya casi
no había
alma.
Sólo un
leve aleteo
de palomas
–quedas-
quedándome
en el alma
para
enjugar
mi llanto
con sus
alas.
© MARÍA INES MALCHIODI, poeta y escritora argentina
MIEMBRO DE ASOLAPO ARGENTINA
Perfecta imagen en palabras de un adiós irreversible..Despojo sin resistencia del final casi otorgado.
ResponderEliminarPuño cerrado que deja escapar sueños e ilusiones ,sabiendo que cuando el amor se acaba es como paloma en busca de la libertad.....!