ODA A MI PADRE
Te veo a través de los años…
sufrido, aguerrido,
tus pies firmes sobre la
tierra,
voluntad siempre presta…
Llegaste de tierras lejanas
atravesando un mar sin
límites,
a echar raíces en ésta, tu
otra patria,
a este país del sol,
de las grandes extensiones,
de las llanuras infinitas
y cumbres mágicas…
Recuerdo tu rostro adusto,
los ojos claros
que la ternura hacía brillar,
reluciendo, entonces,
aquel como el sol cuando
asoma en el horizonte.
La sonrisa luminosa
destinada a los que amabas,
las espaldas anchas
y el brillo de tu
inteligencia…
Y te veo, indefenso, pequeño,
entregándote a la muerte,
con todo tu esplendor apagado,
con tus manos suaves y
blancas,
palomas dormidas,
cruzadas sobre el pecho,
en vano intento de impedir
que tu alma escape del cuerpo.
Los párpados ocultando
las cuencas de los ojos,
todas llenas de luz negra.
Yacente, preparado ya,
para ese viaje a lo
sutil;
a ese territorio del silencio,
del que ya no volverás…
Quedaste habitando el corazón,
último reducto en el que te
llevaré,
en ese inagotable suceder de
días y noches…
en esa ausencia infinita,
más inmensa que la muerte…
©DELIA CHECA, poeta y escritor
de Mendoza, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
Benditos recuerdos que inspiran palabras que tan bien describen la nobleza de padres íntegros,amados, ejemplares.....Qué bella la necesidad de hijos por venerar su memoria....!Es la poesía que todos quisiéramos escribir, !!!!
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