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PÁGINAS SUELTAS
tolerancia,
paz,
sentido común,
¿serán un día palabras
para titulares de portada
de todos los diarios del mundo?
Hambre,
Pestes,
Guerra,
explotación humana,
¿desaparecerán un día
de los diccionarios
de todas las lenguas?
Fusiles guitarreros
contra el
miedo.
Barricadas de sueños
por la
vida.
Revoluciones totales
y sin
sangre.
Eso harán
los muchachos
cualquier día.
Detesto:
Solemnidades,
actitudes por compromiso,
frases hechas,
lágrimas de cocodrilo.
Debo
estar
equivocado.
Parece que
la mayoría
no piensa
como
yo.
Mis crisis
van
conmigo.
Mi mortal
mediocridad
me
mediatiza.
Mi fe
en alguien
(o en algo)
me
sostiene.
Soy
-sencillamente-
un ser
humano.
Tengo
unos cuantos
miles
de millones
de hermanos
de todas
las razas,
credos
y
pensares.
Nada cuesta
imaginar
que
unos cuantos
comparten
este
sentimiento.
Deja
-dirás-
mañana
hay tiempo.
Puede ser.
Pero
el tiempo
de hoy
-si no lo utilizo-
se irá
sin darme
explicaciones.
Para el enfermo
de tristeza
una sonrisa.
Para el enfermo
de ira
una sonrisa.
Para el enfermo
de envidia
una sonrisa.
Para el enfermo
de soberbia
una sonrisa.
Faltos
de argumentos
para seguir
enfermos,
sonreirán
con nosotros.
Creemos en:
dioses,
imágenes,
fetiches,
manosantas,
iluminados,
horóscopos,
parasicólogos,
mesiánicos,
sortilegios,
leyes naturales,
sobrenaturales.
En nosotros,
en nuestras propias fuerzas,
¿cuándo vamos a creer?
Ayer
la moda era
estigmatizar
los remiendos.
Hoy
la moda es
vestir
los remiendos.
De la necesidad
al placer
ha transcurrido
poco más
de
medio siglo.
Del socavón insalubre
a la pulcra oficina,
hachando en el monte,
sembrando la tierra,
amasando el pan,
enseñando abecedarios,
asistiendo un moribundo,
construyendo una puerta
-siempre abierta a la esperanza-
y en mil tareas más
intuyo un compañero,
trabajador como yo,
anónimo siempre,
el eterno postergado
de la Historia,
hacedor sin dudas
-más temprano que tarde-
del futuro
sin olvidos.
Cuando bosques,
mares
y ríos
se rebelen;
la Amazonia acuse;
bañados y dunas
sean cosas
que fueron;
¿quién será
nuestro abogado
ante el tribunal
de la Naturaleza?
Te vi llorar
cuando tus hijos
hicieron sus opciones,
al descubrir que el destino no se tuerce,
cuando me olvidé de tus sentimientos.
Siempre
te vi llorar
de amor.
Para decir:
¡te quiero!
alcanza con
un solo sentido.
Para sentir
lo que se dice
hacen falta
los otros cuatro
y más.
La soledad
se vuelve
poca cosa
cuando tus brazos
amparan
mis ojeras.
Será por eso
que tras la huida
de tus pasos
vuelvo
a estar solo.
Compartí el vino
conversado
y gané amigos.
Compartí el vino
atropellado
y perdí amigos.
Admito
que la culpa
no fue del vino
sino mía.
Hacer la revolución
no es sembrar la tierra
de innecesarios mártires
sino abrir nuestra mente
al sentido común.
Tener sentido común
no es pontificar como santos
sobre culpa y pecado
sino llamar al pan, pan
y al vino, vino.
Lamentar nuestra condición
no nos sacará de ella
ni nos abrirá puertas cerradas;
la Vida espera que actuemos
hasta para justificarse en nosotros.
Hablar de amistad es serio,
tanto que a veces asusta
cual tempestad en alta mar;
desde la profundidad de un abrazo
cualquier puerto es seguro.
Respetar al otro
no es callar ante todo
con fingida indiferencia
sino saber de antemano
que yo también soy el otro.
© VICTOR VELÁZQUEZ, poeta y escritor uruguayo
MIEMBRO HONORÍFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
Eternas incógnitas que desvelan al ser humano,preguntas a un cielo mudo y tormentoso, la más férrea voluntad, se desdibuja en esas encrucijadas que la vida nos presenta sin previo aviso....!!!
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