LÁGRIMAS DE HOMBRE
Se encontraron en una nube
tendida
por dos miradas
No hablemos, dijeron,
sentenciosas
las palabras
Se acercaron como si un
imán de plata
los guiara
Las arpas hicieron de los
pechos
dos pentagramas
Pero la vida vino y,
arbitraria, separó
las manos de las manos
Ella encontró otra nube
tendida
con otra mirada
Él la vio saliendo de la
iglesia
dulce y encandilada
“Es feliz”, decía el
hombre
con una voz de sonrisa
congelada
Es feliz, repetía mientras
que
por la cara
lágrimas de hombre
el rostro le tatuaban.
© MARIO BLACUTT MENDOZA, poeta y escritor Boliviano
ENCARGADO CULTURAL de
ASOLAPO ARGENTINA en la Ciudad de La Paz, Bolivia
Precioso poema de amor y desencuentro....Algo muy profundo del dolor inenarrable es necesario para que el alma deje fluir esas, a veces invisibles, lágrimas de hombre!!!
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