NUESTRA IDENTIDAD ASOCIATIVA
Siempre me ha preocupado por
qué la gente se asocia y he intentado saber el motivo por el cual unas
determinadas personas se asocian a una u otra entidad. El sentido asociativo es
algo consustancial con nuestra naturaleza y el principio de nuestro proceso
evolutivo Todos o casi todos pertenecemos a una asociación sea esta política,
económica, lúdica, sindical etc. Todos o casi todos queremos aportar nuestro
granito de arena al bien común, admitido este concepto ¿cuál es el
comportamiento de los asociados? ¿Qué política rige en su seno? ¿Cómo son las
relaciones entre sus componentes?
Para los que no queremos
quedarnos en la epidermis de las cosas averiguar estas interrogantes nos
resulta primordial porque de ellas depende un buen o mal funcionamiento y a la
salud y futuro de la asociación.
Desgraciadamente solemos
desarrollar los mismos esquemas de comportamiento que en la sociedad, digamos
normal. El más avispado se emerge como rector, director o líder y los demás se
disponen a obedecer a su mandato. Sencillamente estamos reproduciendo el
sistema cuartelero, pero ¡cuántos residuos totalitarios no quedarán en nuestro
subconsciente, que aún, las personas más progresivas tienen muchos impedimentos
para sustraerse a ellos!
Sí que es verdad que la
inteligencia puesta al servicio de la práctica puede producir personas muy bien
preparadas y mejor formadas en la materia en que se especializan y buena prueba
de ello es que muchas de las personas punteras que han trabajo en Ongs,
organizando y proyectando planes de desarrollo en países tercermundistas, han
sido posteriormente contratados por multinacionales, aprovechando su buena
preparación y la experiencia adquirida.
Con todo, se olvidan
fácilmente que una asociación, lo es en tanto que sus miembros se relacionan en
una situación de igualdad y hacen frente codo con codo a los problemas, se
reparten responsabilidades y la opinión de todos configura el punto de lo que
tiene que hacerse, porque en el fondo de lo que se trata es de compartir a
partes iguales lo bueno o lo malo que sepamos crear y lo que seamos capaces de
afrontar
¿Que los resultados no serán
más exitosos que si las decisiones fueran unipersonales? Lo dudo, ya que es más
rica la suma de los valores plurales comprometidos, que el estrecho concepto de
una sola persona por muy acertada que esté y por mucha experiencia que haya
adquirido.
Pero yo quiero más, necesito
más, quiero ayudar a mis compañeros, quiero dar, dar mucho por ellos, pero a su
vez quiero, necesito sentirme aceptada, apreciada, respetada en mis errores
como en mis aciertos. Necesito que se me rectifique si me equivoco, en fin,
necesito de su calor que me haga sentir que soy una más en el grupo, porque el
caldo de cultivo de nuestra relación es la fraternidad, y por tanto, la
manifestación más universal del amor.
© SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora de Alcoy, Alicante, España
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Querida Salomé,Todo tu texto, es una expresión de deseo de igualitaria voluntad, participación ,derechos y deberes en cualquier tipo de asociación .Eso sería lo deseable y justo,pero.....dependemos tanto cada uno, de su propia índole, nobleza, sentido del deber, calidad humana, sanas intenciones,educación y principios,que es difícil encontrar el justo equilibrio para la armonía , así sean asociaciones laborales, políticas, educacionales deportivas y...¡Hasta familiares!..(he rescatado muchos párrafos de tu interesante reflexión)!
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