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domingo, 6 de mayo de 2012

CRONOS

CRONOS

¿Cuándo nos dimos cuenta de que estabas?
¿Cuándo te hiciste en nuestra vida urgencia?
Nos controlas la vida, la socavas,
nuestro pulso lo apuras o silencias.

Integrado por dentro y por afuera
a nuestra humilde condición humana,
nos racionas los días, las esperas,
determinas la muerte cuando callas.

Te temieron los hombres desde antaño,
por tu ritmo exigente, inexorable,
por tu “ahora” inmutable, año tras año,
¡Tiempo devorador, inapelable!

¡Paradoja insertada en lo viviente
y que a la savia generosa, agosta!
Marchitas o potencias las simientes,
embudo asfixiador. Vereda angosta.


Empero, sé  que existe una esperanza,
ella me hace mirar a tus reflejos
con ánimo apacible, con confianza,
Porque siento que sólo eres espejo

que nunca logrará borrar mi alma,
sólo morirá el cuerpo en la pendiente,
pues más allá de tu impasible calma,
está el Tempo absoluto, independiente,

que se conjuga, en límpida armonía,
en el después, el antes y el ahora.
Vital y omniabarcante sinfonía
del Universo entero. En esa hora

en la que visualice, finalmente,
desde el Aleph, a la Totalidad,
en el silencio de lo Permanente,
¡Dónde no hay Cronos, sólo Eternidad!

IRENE AGUIRRE

Avellaneda, Pcia. de Buenos Aires
Del libro de la autora:  "Mi ser en el tiempo"

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