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sábado, 23 de enero de 2021

Y SEGUIMOS..., Eunate Goikoetxea, Alicante, España

 









Y SEGUIMOS...


El mundo sigue confinado, cada uno en su arca de la Esperanza esperando arribar a buen puerto, pero aun nos quedan días de navegación…El coronavirus se lo ha llevado todo por delante: son muchas vidas las que desgraciadamente se está cobrando este covid-19, y en un segundo plano, muchas tradiciones y costumbres que formaban parte de nuestra vida diaria. Y nuestra libertad de movimientos. Han pasado ya casi diez meses desde que sufrimos el primer confinamiento y  nuestras vidas han adquirido un nuevo significado, Son demasiadas los meses de pasión por las que vienen transitando tantas familias, demasiadas, con una entereza digna de admiración. Cualquier año, en las pasadas fiestas navideñas, millones de personas estarían felices porque habían disfrutado con las vacaciones de navidad. En cambio este año no hemos podido abrazar a nuestros seres queridos, ha sido una navidad diferente. Pero en este calendario que manejamos ahora los días rojos ya no son los de fiesta. Solo se marcará en rojo, el día que podamos movernos libremente,. Y eso ,está aún por marcar…Mientras unos estamos cuidándonos, para así cuidar a los demás, están los descerebrados, esos a los que todo les da igual, que se creen inmunes a la covid , que se saltan todas las normas, con el fin de celebrar fiestas. El psicólogo social y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Guillermo Fouce, cree que estas personas responden a dos perfiles: los egoístas, que piensan que como a ellos no les afecta el virus tampoco les va a afectar a otros y sólo piensan en su bienestar, y otro grupo de personas que asumen los mensajes negacionistas y no se creen la gravedad de lo que está ocurriendo.

"Las posturas egoístas quizás tienen más peso, centrarse en uno mismo y olvidarse de los demás para posteriormente justificar ese comportamiento en que nos están engañando. El negacionismo para justificar el egoísmo".

El miedo al contagio sigue sobrevolando sobre nosotros y a la vista de los datos diarios, nos preguntamos ¿tendremos la tercera ola? Somos más resilientes de lo que pensamos en un primer momento, pero la crisis también agudiza las malas situaciones personales quizá por eso nos haremos muchas preguntas, entre ellas, ¿qué tipo de sociedad surgirá a partir de esta crisis? A propósito de esto, y en la línea de relativizar .Es verdad que estamos confinados perimetralmente y que es duro, no poder abrazar a muchos de nuestros seres queridos pero estamos en casa, con comida, con wifi... encerrados dentro de unos parámetros de confort. Si no distorsionamos esta realidad esta llamada nueva normalidad, debería valernos para reflexionar sobre lo que realmente importa y ahora debe de importarnos salir de esta emergencia que está causando dolor. Si le damos sentido a lo que estamos haciendo, si entendemos el sentido de este sacrificio, la factura que nos pase la covid 19 será mucho menor. Al principio mirábamos este virus con recelo, sin darnos cuenta de que era una oportunidad para parar, pero parar de verdad… Y de pronto, nos damos cuenta que echamos de menos lo que de verdad nos han arrebatado: el contacto real, por eso hemos de aprovechar estos días para, estar con uno mismo y echar de menos todas esas cosas normales a las que antes no se les daba importancia: un abrazo, una comida familiar o una cena con amigos. Creo que una de las mejores cosas de estos días está en saborear los abrazos que daremos a los nuestros al salir, la libertad que sentiremos. Todos nos repetimos. Sigamos, aguantemos, confiemos, no perdamos la esperanza. Es ahora cuando nos damos cuenta que lo importante y lo que nos hace felices ya lo tenemos, y está más cerca de lo que pensamos.Ya queda menos para que las aguas vuelvan poco a poco a su cauce, el virus nos ha enseñado la fragilidad de la vida, que no somos imprescindibles, que todo lo que tenemos puede desaparecer en cualquier momento y que lo único que puede hacernos salir de esta es unirnos. Unirnos sin importar la raza, el sexo, la religión o las ideas políticas. Unirnos como personas. Cuidarnos como humanidad.

España ha adquirido 120 millones de dosis de la vacuna de Pfizer. La primera fase, que se inició el domingo 27 de diciembre, se extenderá hasta febrero o marzo, un período en el que se inmunizará a 2,5 millones de personas y, según los cálculos del Gobierno, se estima que para finales del verano de 2021 "más del 70% de la población" esté vacunada, momento en el que se alcanzaría la inmunidad de grupo.

Sin embargo, tal y como afirman algunos expertos, es probable que la vacuna no acabe con el virus, lo que hará que algunas medidas de prevención, como el uso de las mascarillas, se mantengan durante un tiempo.

Aunque pueda pensarse que el virus del SARS-CoV-2 no discrimina entre ricos y pobres a la hora del contagio, el desarrollo de la pandemia ha demostrado que, una vez más, son los más vulnerables los más afectados, tanto por su mayor prevalencia de enfermedades crónicas, como por la falta de acceso a servicios esenciales. La mayor movilidad debida al trabajo de sus habitantes podría explicar la mayor incidencia de la enfermedad en los barrios más pobres.

©EUNATE GOIKOETXEA, poeta y escritora española

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA  

 

 


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