DEPORTES ELEGIDOS
Estos
días,
El
deporte incluye valores fundamentales para la formación de los jóvenes; el
honor, la humildad, la ética y otros méritos que no son negociables pero,
además de esos valores, hay deportes que privilegian la inteligencia, la técnica
y la habilidad, sobre el derribo del oponente y la fuerza bruta.
Es
innegable que la particularidad, y el ejercicio, de cada disciplina desarrolla,
en mayor o menor grado, las condiciones más importantes para prevalecer en cada
deporte, y entre los deportes grupales, el rugby se caracteriza por requerir
fuerza, contacto físico y el deseo de demolición del oponente.
Solamente
el principio de la definición de deportista, se puede aplicar al rugby: “Sportman es aquel
que no solamente ha vigorizado sus músculos y desarrollado su resistencia por
el ejercicio de algún deporte…”
No
se cuestionan otros principios del rugby, que pueden ser loables, pero quienes
eligen ese deporte, no piensan en la paz y el amor; se les presenta la imagen
de fortaleza, poder y demolición; atractivas para la mayoría de los hombres, y
saben que con la inteligencia, la táctica y la estrategia; no alcanza.
No
se conoce equipo de rugby, en el mundo, que se presente formando un corazón con
sus manos, o dando un mensaje de convivencia, por el contrario, todas las
presentaciones son violentas y agresivas, y sus orígenes es el haka, una tradición de la cultura Maorí, (proveniente de los tangata whenua,
el pueblo indígena de Nueva Zelandia) que consiste en una danza ritual o en un grito de guerra.
Representa, de forma feroz, el orgullo, la
fuerza y la unidad de una tribu.
Y
la realidad de estos días, en que la muerte de una persona ha implicado a un
grupo de rugbiers, libres en sus vidas y sus elecciones, que han mostrado
facetas que, para los ciudadanos comunes, evidencian su esencia y naturaleza;
mostradas en este hecho lamentable y que ha motivado un cambio de paradigma
negativo, en el consenso popular.
Este
hecho ha sensibilizado a un grupo de presidiarios que han elegido formar un
equipo de rugby, en la cárcel, apareciendo en los medios, y logrando difusión
en todo el país. El equipo de rugby, formado por los presidiarios, y que han
denominado “Espartanos”, ha logrado suavizar y reivindicar, a los rugbiers que
cometieron el crimen, moderando la situación y dando una imagen de muchachos
buenos, que han encontrado en el rugby la recuperación de sus valores,
difundiendo y revirtiendo en la gente la idea de agresividad, provocación,
escándalo, pendencia y otras acciones reñidas con la paz, la convivencia y la
solidaridad, que había instalado, en la sociedad, el grupo de rugbiers que
mataron a un joven.
Pero
los espartanos, por televisión, mostraron que no es así.
No
sabemos por qué están en la cárcel, pero los espartanos, comunicaron que la elección
del rugby es muy buena para ellos, y que gracias a él, se han concretado todas
sus ilusiones y ansias de recuperación. Podían haber elegido el handball, pero
eligieron el rugby.
Los
espartanos se presentan con el estilo, y la agresividad del famoso Haka, y a la
mención del nombre elegido: espartanos, sigue ¡Uá! ¡Uá! ¡Uá! , con la
suficiente potencia que demuestre la fortaleza, y la esencia de su nombre.
Los
espartanos eran guerreros que no tenían miedo de sus oponentes.
Los
futuros soldados espartanos eran preparados desde la cuna, pues Esparta
practicaba una rígida eugenesia. Después de nacer, cada niño espartano era
examinado por una comisión de inspectores del Estado para determinar si era
sano y estaba bien formado. Si el niño tenía algún defecto físico se le
consideraba inútil y una carga para la ciudad y se lo llevaba al pie del monte
Taigeto, donde se le arrojaba a un barranco.
A
los otros niños se les proveía de muy escasa comida y ropa, lo cual favorecía
que intentasen robar y, si los descubrían robando, eran castigados; no por
robar, sino por no haber sido buenos, y ser atrapados.
Su
particular idiosincrasia belicosa no sólo fascinó a sus coetáneos, sino que con
el correr de los siglos, sería reivindicado por varios dictadores del siglo XX,
como Mussolini, Stalin y, especialmente, Adolf Hitler.
Y
como dijo Anaxágoras “Todo tiene que ver con todo”.
©HUGO LUIS BONOMO, poeta y escritor argentino
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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