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sábado, 9 de enero de 2021

SONETOS CON OMISIÓN DE VOCALES, Aníbal de Antón, (San Pedro, 6 de julio de 1922 - San Pedro, 23 de enero de 1990) , Argentina

 












SONETOS CON OMISIÓN DE VOCALES

 

Soneto sin A de Amor

Eso que dicen que es licor divino

y delirio febril de los sentidos;

violín de luz y ensueño en los oídos,

cielo en los ojos, beso del destino.

 

Golpe de luz y viento en torbellino,

se hiere con dolores bienqueridos;

él vive del retorno en los olvidos

bebiéndose el recuerdo como un vino.

 

Eso, que surge de dos ojos tiernos,

y es como dulce lumbre en los inviernos

su bendición de peligroso fuego;

 

de eso --con sed de sol y de infinito—

que se robó mi fe, yo no reniego

¡perdido infierno, Lucifer bendito!

 

Soneto sin E de Esperanza

La vida, amarga copa almibarada,

(dádiva corolada por la usura)

nos otorga la luz, y una figura

por risas y por llantos animada.

 

Sombra fugaz, mostrando iluminada

una faz clara tras la faz oscura,

disfraza con la flor la pinchadura,

y al dolor con dichosa mascarada.

 

Voz cariñosa, con amor nos nombra

y al sufrir nos impulsa, y a la sombra

final, cuando por luz aún clamamos...

 

Vivir, soñar, amar... ¡cuán poca cosa!

la vida arrastra todo hacia la fosa,

¡no sabrá jamás cuánto la amamos!

 

 Soneto sin I de Ilusión

Ausente luz del ángel que ha volado;

perfume muerto de apagada rosa;

y un pájaro de otoño que reposa

en árbol que fue alondra y ha callado.

 

Rara luna que sube del pasado;

antaño llama azul, huella ardorosa

en la frente, y ahora, extraña prosa

su verso todo herrumbre y enterrado.

 

La rama de la frente alza, desnuda,

su soledad, ante la tarde muda,

no hay gorjeos en ella, no hay aromas.

 

Anochece, en un valle que está yerto;

un ocaso con fuga de palomas,

y un corazón que late y dobla a muerto.

 

 Soneto sin O de Olvido

En mí, siempre, un zaguán y una ventana,

y una niña mendiga que pedía;

y en mí, una lluvia y su impiedad que hería

la angelical carita ya de anciana.

 

Siempre en mí, aquella música lejana

que escuché una nublada tarde fría;

y un barrilete azul, (ala que unía

el azul a mi azul edad temprana).

 

En mí, siempre, mi madre. Viva y muerta

su imagen en la casa ya desierta;

y una pared y luz de madreselva;

 

y un sauce, trémula garúa verde;

y esta alma, sin edad, para que vuelva

cualquier querida ausencia que recuerde.

 

Soneto sin U de Último

Joya otoñal, adorna ya el sendero

la hoja dorada y de alto verde otrora,

y esta canción sin voz, y ayer sonora,

ya es ala de silencio cancionero.

 

No es símbolo del verso postrimero

el verso dicho débilmente ahora,

esa pared de sombra aterradora

no señala el final del derrotero.

 

Dormirán (sin soñar) la eterna calma

el pájaro invisible de mi alma,

mi yerto corazón, mi frente fría;

 

y entre polvo y silencio, en haz sonoro

los versos vivos, como alado coro,

sobre mi noche cantarán un día.

 

©ANIBAL de ANTÓN, poeta y escritor argentino

(San Pedro6 de julio de 1922 - San Pedro23 de enero de 1990

 

De su libro “ODA FINAL A CARLITOS” – Torres Agüero Editor – Bs. As.  1993 – con prólogo de Luis Alposta.

 

 


1 comentario:

  1. Excelentes los sonetos con omisión de vocal de Aníbal Antón. Me encantaron. Gracias, Norberto, por su publicación.

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