Imagen de: El blog del viejo topo - blogger
TIEMPO MUERTO O
CASI
Podemos
decir, con acierto, que la época en que nuestra sociedad ha estado mejor
preparada e informada es la presente, por supuesto, pero la calidad de esa
información es también la más deficiente, más superficial.
Pasamos
el tiempo con el dedo enhiesto (como está claro), sobre el teclado de nuestra
“tableta”, hacia arriba hacia abajo, con mil y mil formas, ¿noticias?
¿confirmaciones de…? Banalidades más bien, aunque también nos llegan rápidas
las circunstancias diversas que acontecen a nuestros familiares y amigos.
Hemos
pasado el tiempo viendo la nueva foto que este o aquel amigo, ha colgado en Facebook,
de la excursión que ha hecho, de lo hermosas que están las montañas, del
aniversario de la hija, del gol que ha colocado el chaval, en fin, de lo guapos
que quedan en las fotos, en las interminables fotos que nos muestran con todo
detalle hasta lo más insignificante. Menos mal que no lo imprimimos en papel,
ya que hubiéramos acabado con todos los árboles de la Amazonia.
Pero
lo que sintieron los excursionistas, de si el lazo de amistad se consolidó, o
no, nada de nada. Si la niña que celebró el aniversario, además de llevar un
hermoso vestido, sabía que algunas niñas tan bellas como ella, no celebraran su
cumpleaños porque se han ahogado intentando pasar el mediterráneo.
Finlandia
es un país que ha desarrollado una gran tecnología con la industria del móvil
pero también es sorprendente la fuerza de su naturaleza. En invierno todo está
muerto, la gente se consuela con las saunas que todas las casas las tienen,
pero cuando llega la primavera la naturaleza dormida por más de veinte grados
bajo cero, emerge con fuerza y la poda de los árboles reúne tal cantidad de
madera que la elaboración del papel es toda una riqueza para el país
Si
movemos la “tablilla” para arriba y para abajo, al final del día acabamos con
la cabeza atiborrada de banalidades, porque parece que estamos más abocados a
lo facilón, con que ocupamos nuestra existencia y no obstante las guerras
siguen su curso, los incendios, las atrocidades y las injusticias parece que no
tengan fin, no importa seguimos dándole con el dedo a lo que nos interesa y
nada más.
©SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora española
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Así es, Salomé. Y así era antes y quizas así sea después. Porque el problema no es la falta o la abundancia de comunicación, sino la capacidad de elegir. Y eso no lo están enseñando ni los padres ni la escuela.
ResponderEliminarMarián Muiños