ESCRIBE:
Dra, GABRIELLA
BIANCO, PRESIDENTE de ASOLAPO ITALIA
EMBAJADORA
CULTURAL EN ITALIA DE ASOLAPO ARGENTINA
INTIMIDAD: EL PUDOR Y EL GRITO
EMILY DICKINSON, MARINA TSVIEVAIEVA,
SYLVIA PLATH, ALEJANDRA PIZARNIK
Ensayo poético-filosófico
De
Gabriella Bianco
A la memoria de los poetas
Antonio Aliberti, Rodolfo Leiro y Luis María Sobron
INTRODUCCIÓN
INTIMIDAD: EL SILENCIO PUDICO
DE LA PALABRA POETICA
‘’La casa del ser es el lenguaje: yo habito equivale a decir yo soy’’.
(Martin Heidegger, Costruire, abitare, pensare
‘’Demasiado solo estoy en el mundo, y sin embargo no lo suficiente”.
(Rainer Maia Rilke, El libro de las horas)
Acercarse a un
universo poético en el intento de iluminar y desentrañarlos los núcleos
fundamentales de ese mundo, ahondar en la experiencia de vida, de dolor, de
amor y finalmente de muerte, como realidad con la cual todos debemos medirnos
ha sido el motivo de mi libro “NEST. La metafísica de la ausencia”, dedicado a
las poetizas Emily Dickinson, Marina Tsvietaieva, Sylvia Plath, Alejandra
Pizarnik.
En
una de las figuras lingüísticas de la “Carta sobre el humanismo”, Heidegger
afirma que “Das Haus baut am Haus des Seins”, el pensamiento trabaja para
construir la casa del Ser: es a partir del ser que es posible pensar en la
“casa”, en el “habitar”. En esta metáfora, en el intento de indicar el estatuto
teórico de la relación filosofía-metáfora, la “casa del ser” nos viene al
encuentro como lenguaje: “Yo habito equivale a decir yo soy”; es el lenguaje,
es el decir poético “el puente” que acerca el hombre a la tierra. La metáfora
excluye toda plenitud: el habitar poético es un ponerse en juego por parte del
hombre, en el decir poético lo extraño, lo desconocido, lo invisible se hace
presente en la imagen, incorporando la claridad, el resonar, la intimidad, el
silencio.
En
la dimensión ética de nuestras poetizas - Emily, Marina, Sylvia, Alejandra
- el habitar poético implica el pudor y
la audacia del pensamiento, en la dulzura que lo reclama, que garantiza a las
cosas, su lejanía, y de ahí también su condición de indecibilidad,
impulsándonos a ahondar en la resonancia profunda de las palabras poéticas y a
asomarnos en la intimidad de los universos mentales de estas criaturas, en la
inmensa riqueza de su mundo interior, que, en el dolor y en la alegría, en la
presencia y en la ausencia, tiene “en la casa del ser”, su morada.
Tal
actitud tiende a hacer prevalecer EL PUDOR en el silencio púdico de la palabra
poética en la ética aristocrática de Emily Dickinson y en el Yo lirico de
Marina Tsvietaieva, mientras que en EL GRITO de Sylvia Plath y Alejandra
Pizarnik, nos ubicamos en su ethos
trágico, en un recorrido cognoscitivo que es a la vez arduo y estupendo,
amoroso y íntimo.
En
el habitar poético de Emily Dickinson está el emerger de un rostro que no entra
nunca en la luz plena, que prefiere más bien la penumbra, “te veo mejor en la
oscuridad – declara – no necesito una luz”, sugiere la plenitud del origen y la
proximidad con lo íntimo, con lo indecible, con el misterio:
Mi única información es
el continuo boletín de
la inmortalidad. Todo lo que
puedo ver – mañana y hoy - a veces la eternidad – el único ser que encuentro - Dios la única calle, la existencia. (Emily Dickinson, Poemas)
En este rostro en penumbra, en su
recogimiento, en su intimidad, percibimos una tonalidad ética que, aun en la
desesperación del vivir, presupone una capacidad de custodiar y esperar: Las breves frases a las que he
dado un
inicio y jamás un final – las minúsculas fuentes
que excavé con mis manos y jamás llené.
(Emily Dickinson, Cartas)
Acercarse a la morada del
poetizar y pensar, como sugiere Heidegger en la “Esencia del lenguaje”, nos
permite dejarnos invadir por el misterioso estupor de la palabra poética,
ahondando en lo que queda oculto, no formulado, nunca dicho, en todo el dolor y
toda la desesperación de estas criaturas:
Para que las palabras nos basten es preciso alguna muerte en el corazón. La luz del lenguaje me cubre como una música, imagen mordida por los perros del desconsuelo, y el invierno sube por mí como la enamorada del muro.
(Alejandra Pizarniz, El infierno musical)
En
el errar de la palabra poética, lo que sucede es la toma de conciencia de que
vivimos exiliados de la presencia divina: la palabra, el lenguaje, expresan toda
la nostalgia por una patria, de la cual se ha sido inexorablemente alejado: La muerte es una palabra La palabra es una cosa, la muerte es una cosa, es un cuerpo poético que alienta en el lugar de mi nacimiento. (Alejandra Pizarnik, Extracción de la piedra de locura)
Y Sylvia Plath añade:
Es una enfermedad que llevo conmigo es una muerte. Una
vez más, es una muerte.
(Sylvia Plath, Tres mujeres)
INTIMIDAD: EMILY DICKINSON
Entre un
estático padecer y una incesante actividad cerebral, se desplegó la vida de
Emily Dickinson, habitante de un reino donde todo sucede interiormente y el
mundo – y todo lo que en él se mueve – se hace cada vez más
lejano, más frágil, y las voces y las imágenes del alma son cada vez más
cercanas y cubren las voces
fatuas del mundo.
En
este paraíso y a la vez, infierno del arte, la existencia de Emily se consumió
totalmente en la intimidad de una casa, la casa paterna, confortable, generosa
en afectos, y de una pieza, donde ella perseguía en el silencio y en la
penumbra, su propia tormentosa verdad, ella, espíritu agudo y visionario, presa
de las más profundas desesperaciones y capaz de los más alto arrebatos y
delirios, porque, como afirma en una carta a Otis P. Lord, su enamorado de
tantos años, que nunca fue admitido a su
intimidad, pero al cual escribe en una carta: “Sustraer aquello de lo cual está
hecho el éxtasis, no implica sustraerse al éxtasis”. En
su distancia de las cosas, Emily interpuso entre sí y el mundo sus amorosas
cartas, delineando su propia vida, narrando al infinito las tensiones de su
genio poético: “Si leo un libro y me siento enfriar todo el cuerpo, tanto que
ni el fuego puede entibiarme, entonces sé que eso es poesía. Son estas las
únicas dos maneras en que las reconozco, ninguna otra” (carta escrita por Thomas
W. Higginson, su primer amor, que vivió siempre lejos de ella y con el cual se
encontró pocas veces).
Así
en efecto escribía al hombre que amó en el último periodo de su vida Otis P.
Lord, una amistad y un amor que duraron años: “Lo sabes, porque tú lo sabes
todo…yacer así cerca de tu deseo -tocarlo mientras le pasaba al lado, porque
duermo poco y contra mi voluntad y a menudo debería viajar desde tus brazos
hasta dentro de la noche feliz, pero luego tú me retomaras entre tus brazos,
¿verdad?, porque es únicamente ahí donde quiero estar”…y en la misma carta añade:
“¿Sabes que eres el más feliz justamente cuando yo me niego y no me comunico?
¿Sabes que la palabra NO es la palabra más salvaje que confiamos al lenguaje?”
La
vida diáfana de Emily confiaba a su propia voz la pasión, la vitalidad, la
vastedad de su experiencia interior y fijaba con puntualidad e intransigencia
cada estado y movimiento del alma., en una exploración del lenguaje que la
impulsaba cada vez más a hundirse en el pensamiento, en sus construcciones
visionarias, en aquella inmortalidad que sólo la poesía está en condiciones de
alcanzar. Emily estaba consciente de la fuerza dramática de sus propias
imágenes, aunque supiera que en las emociones todo se puede expresar con las
palabras: “Speech is one Symptom of Affection, and Silence one” (The Poems) (La
palabra es un símbolo de afecto, el silencio otro).
Ella sabía que sus raptos, sus éxtasis, la frecuentación de los jardines
mágicos del misticismo, - a pesar de su anhelo de lo eterno, ella nunca adhirió
a la iglesia, más bien se alejó con los años – la impulsaban a alejarse cada
vez más, a encerrarse, ella eligió vivir en una soledad generosa, porque nunca
renunció a los afectos familiares y a la amistad, mientras admitía a su
intimidad a los amigos lejanos a través de sus cartas. Mientras se sustraía a
los ojos de los otros y se volvía en una blanca imagen, en una aparición cada
vez más diáfana y transparente, las cartas se hacían cada vez más punzantes,
intensas, asertivas, mientras que la poesía se condensaba alrededor de aquel
mundo de “esencias”, que ella expresaba con toda su alma.
Cuanto
más profunda es un alma, más se proyectará en un tiempo que puja con la
eternidad: “Ninguna alma es esférica – escribe – excepto las más restringidas;
estas se ven muy pronto colmadas, se desvelan y se agotan. Pero las grandes,
crecen lentas, cuelgan tardías de la rama”. (Carta a Thomas W. Higginson, 1866)
Emily asociaba la carta, su sutil nexo con el mundo, instrumento de seducción y
símbolo de encuentro, con la inmortalidad: “Una carta – escribe – se me
presentó siempre como la inmortalidad, porque no es acaso la mente sola, sin
compañero corpóreo”. (Carta a Thomas W.
Higginson)
En
su eterno naufragar, en la intimidad en el silencio, la contemplación del mal y
del dolor, tanto en la vida real como en la representación estética, se vuelve
principio catártico. En este naufragio, que no es sólo de una persona, sino que
deviene naufragio del mundo, en este juego dialéctico entre identificación y
distancia, el pudor se ubica como el único comportamiento posible, como única
reivindicación de sí. Lograr vivir cada
instante de la propia existencia como una sucesión de instantes breves y
sublimes, es fuerza y forma al mismo tiempo, y es propia de una ética esencialmente
heroica. A través de la elaboración de la auto-comprensión, Emily llega a la
sabiduría poética:
Es él – el poeta – el
que nos condena – por contraste – a
una ilimitada pobreza Inconsciente de sus dones – tanto
que el robo no lo turbaría – es
en sí mismo un tesoro – extrínseco en el tiempo.
(Emily Dickinson, Poemas)
En el recorrido circular de vida
y muerte, el ritmo de la vida está acompañado por la presencia de la muerte,
amigo pertinaz es la eternidad, compañero fiel de la inmortalidad: Siento en mi aposento
a un compañero invisible. Su
presencia no está hecha de
gesto o de palabra Su presencia es sólo la libertad que se toma – ni yo ni él traicionamos el pacto de silencio. (Emily Dickinson, Poemas)
En su hambre
de absoluto y de inmortalidad, ella se mide constantemente con la muerte y
afronta con coraje la quiebra del deseo. El coraje, que desemboca en la
renuncia, acaba por asemejarse a aquella enfermedad de amor que es locura dulce
y dolorosa a la vez. En este heroísmo, en esta dimensión fundamental de
relacionarse con la naturaleza, con el ser y con la capacidad de subsistir en
este ámbito, reside la forma de estar y de pertenecer al mundo de Emily, en un
habitar en lo trágico y en la muerte, que es su manera, absolutamente intima,
personal y exquisita, de corresponderle:
Por la muerte – o más bien por
las cosas que la muerte proporciona – esta (persona) ha renunciado a las ocasiones de la vida. Las cosas que la muerte comprará son, el espacio, la liberación de las circunstancias – y
un nombre. De qué modo a los dones de la Vida se
confrontan los dones de la Muerte, no lo sabemos – Cualquier
evaluación aquí se detiene.
(Emily
Dickinson, Poemas)
INTIMIDAD:
MARINA TSVIETAIEVA
“La verdad de
los poetas – declara Marina Tsvietaieva en “El poeta y el tiempo” – es la más
invencible, la más inaprensible, la más indemostrable y a la luz convincente,
una verdad que vive en nosotros sólo en la instantánea – y completa –
obscuridad de la percepción (¿Qué sucedió?) y que queda en nosotros como la
huella de una luz o de una perdida (¿pero, realmente sucedió?), una verdad
irresponsable y carente de consecuencias, una verdad que no se necesita
siquiera intentar perseguir, puesto que también para los poetas ella no tiene
retorno”.
Recorriendo
los caminos desmesurados de la ausencia y de la distancia, Mariana eligió como
morada de su propia alma, viene a nuestro encuentro aquella secreta trama de
consonancias y afinidades de los encuentros y de los desencuentros de la cual
siempre se alimentó la vida de esta criatura tan dolorosamente desgarrada y
poética, afirmándose en ella el inexorable hilo del destino. Marina,desde su exilio en Paris, se relacionó con Boris Pasternak, pero lo rechazó cuando él quiso encontrarse con ella – sin embargo, se enojó mucho cuando él se casó con otra – y con Rainer Maria Rilke, que nunca conoció, pero del cual se enamoró profundamente. El tema central de la poética tsvietaieviana es el eterno “faltarse” de los amantes – los elegidos, los predestinados – en el tiempo y en el espacio terrestres, en una intimidad denegada, unidos por ese eros que une a los hombres sólo para demostrarles la distancia que los separa de los dioses.
A la muerte de Rilke, el 31 de diciembre de 1926, sin haber podido
encontrarlo – que le comunicó Slonim, director de la Revista Volja Rossii – en
su exilio en París, ella le dedicó una carta en versos:
“Feliz Año
Nuevo – nuevo país, techo, mundo, primera carta a ti en el nuevo sitio (de
rosas y flores, dicen, sin sentido) baldío sonoro lleno de ecos, como la vacía
torre de Eolo. La primera carta desde la de ayer aún – y donde me consume de ti el sin
– patria, para ti ahora ya una de las estrellas. El año nuevo está por llegar.
¿Con quién, a quien brindaré? ¡Qué
suerte, en ti comenzar, en ti acabar, Rainer!” (Marina Tsvietaieva, Per l’anno
nuovo – Novgorodnee – en, Deserti luoghi)
“El lirismo puro – afirma Marina – sabe siempre que nada le
sucederá, que no tendrá nada fuera de sí mismo, su lírico, trágico sentir”.Y
aún: “La
poesía lírica como el mar, se pone en agitación sola y sola se calma – se
cumple toda en sí misma”.
(Marina
Tsvietaieva, Il poeta e il tempo)
Marina, exiliada en
París, se instala en su propio vivir e intenta respuestas, sublima su
sentimiento como apariencia, para luego interpretarlo como ineludible: “Para mí
no hay lugar en la vida contemporánea. Si pudiera, elegiría la ciudad más pequeña,
vieja y olvidada, no importa donde…Así podría seguir adelante hasta la
muerte…pero, esto no lo obtendré nunca”.
Desterrada en el tiempo de la espera y del exilio, Marina construye sus
diálogos con los interlocutores lejanos, hasta que el dolor de los intervalos
entre una poesía y otra se hizo intolerable. El dolor es el costo necesario que
pagar a la existencia, obligatoria contrapartida por la pretensión de perdurar.
‘’Ha crecido en el dolor este mi máximo amor’’: en este verso de Hoelderlin, de
su poema ‘’El destino’’, está encerrada toda la tradición poética; en su dolor
‘’afinado y puro como un diamante’’, Marina hace suyas las palabras de Ana
Achmatova: ‘Y si yo muriera, ¿Quién de vosotros escribirá mis poesías?’’
(Ana
Achmatova, Mi é obbediente l’immaginazione, 1913)
De vuelta a la Unión Soviética durante la guerra, su vida se volvió
intolerable. A sus poemas que ella entrego a la Casa Editorial Literaria del
Estado, el Goslitizdat, el crítico literario Zelinskij escribió: “…son
manifiestamente poemas ‘de otro mundo’, algo diametralmente opuesto y absolutamente
hostil a las concepciones del mundo, en cuya esfera vive el hombre soviético”.
(M.T., en, Deserti luoghi). Marina había perdido una vez más. Sus poemas fueron
publicados recién en 1961.
Agosto de 1941, desde Elabuga, una pequeña ciudad tártara a la que habían
sido evacuados luego del estallido de la guerra y de los bombardeos sobre
Moscú, tomó la extrema decisión: “Perdonadme, no pude más” – escribió. “Saber morir es haber sabido vencer la agonía
– es decir, nuevamente, saber vivir”.
“Mi desgracia –
había escrito – es que para mí no existe nada exterior: todo es corazón y
destino”. Ninguna intimidad podía ganar sobre su fantasía solitaria; Marina,
encerrada en el círculo de su egocentrismo lirico, creaba mitos que nunca
superaban la prueba de la confrontación real: el encuentro sucedía siempre y
solo en el deseo. Poetiza sin historia y sin tiempo, así había escrito: “La
lirica pura vive de sentimientos…el sentimiento no tiene nada que buscar en las
calles; sabe qué (…) lo devolverá a sí mismo. Un círculo encantado. El círculo
del sueño. Círculo mágico”. (M.T., Il poeta e il tempo).
INTIMIDAD:
SYLVIA PLATH
“Sentía que, si no escribía,
nadie me habría aceptado como ser humano. El escribir se convertía entonces en
mi sustituto: si no me amas, ama al menos mi escritura y por extensión, ámame”.
–así escribía Sylvia Plath en su “Diario”. (S.P. The Journals of Sylvia Plath). En esta dolorosa y esclarecedora declaración, Sylvia Plath se traiciona
en toda su inseguridad, en su fragilidad y debilidad, en su incapacidad de
relacionarse e instalarse en una intimidad que deseaba y al mismo tiempo temía. En su orgullo, ella
sentía que sólo podía condensar en la creación literaria, su capacidad de
vivir.
En el “Diario” que Sylvia llevó toda la vida, desde su juventud hasta la
muerte, ella reflexiona sobre su sentido de autodestrucción y sobre su vocación
artística: “Deseo las cosas que finalmente me destruyen…”. Un primer
acontecimiento de muerte marcó a fuego la vida de la poetisa, cuando ella tenía
apenas 8 años…- la muerte del padre; de esa muerte derivó un sentimiento de
culpa que la condenó a buscar una expiación para sí, huérfana de amor y al
mismo tiempo verdugo de sí misma, en el intento de hallar una posible respuesta
que fuera, en su incomprensibilidad, salvadora. La muerte del padre ha había
arrojado en la desesperación, en un luto que nunca supo ni elaborar, ni eludir:
“Tenía 10 años cuando te enterraron. A los 20, intenté morir. Y volver, volver
a ti. Pensé que hasta los huesos lo harían”. (Sylvia Plath, Daddy, en, Ariel).
“Algunas veces lo identifico con mi padre’’ – así escribe Sylvia en su
Diario el 27 de diciembre de 1958 de su marido, Ted Hughes, él también
importante poeta. Cuando Teddy la abandonó, el alejamiento la dejó con el alma
dispersa y dolorida. Sylvia vivió así los últimos tiempos de su vida, callada y
presa del abatimiento, lo que marcó su obra de una mayor maduración artística,
alcanzando la plenitud y el dominio de la materia poética: “Las voces de la
soledad, las voces del dolor golpean mi espalda incansablemente”. (Sylvia
Plath, Tres mujeres)
Escribió en los poemas “Ariel” y “Arboles de invierno” con una angustia
creciente, su afanosa necesidad de enfrentar a sus fantasmas, que desembocará
en la fatal mañana del 11 de febrero de 1963, en un ritual tierno y macabro que
ella haba previsto y cantado. Así escribe una semana antes de morir, en el
poema “Filo”: La mujer ha alcanzado la
perfección.
Su cuerpo muerto tiene la sonrisa de la consumación, la
apariencia de una fatalidad griega.
Se derrama por los pliegues de su
toga. Sus pies pies desnudos parecen decir: Hasta aquí hemos llegado, ya todo acabó.
(Sylvia
Plath, Filo)
Y añade, despidiéndose de sus
hijos, con conmovedora ternura, ella, que había poetizado con tanta desesperada
y destructora energía:
Cada niño muerto enroscado, una
serpiente blanca, en cada pequeño cántaro de leche, ahora vacío, ella
lo ha atraído nuevamente hacia su cuerpo, como si fueran los pétalos de
la rosa que se cierra cuando el jardín se
petrifica y las fragancias sangran en las
dulces y hondas gargantas de la flor de la noche.
(Sylvia Plath, Filo)
Reabsorbiendo en su propia muerte
la vida que dio a los hijos, con un último gesto de amor y con la gracia de una
elegía, Sylvia se despide: “La luna no tiene por qué estar triste…su luto cruje
y arrastra”. (S.P., Ariel). Vale todavía y valdrá siempre la inscripción del
Bhagavad Gita, esculpida en la piedra del sitio de su ultimo descanso: “Aun
entre las altas llamas se puede plantar el loto dorado”.
El grito de Alejandra, en su supremo vértigo, irrumpe en toda su
potencia, insidiado por las potencias de la destrucción, cuando la poesía,
concebida como el lugar de la restauración de lo absoluto, se contamina y entra
en intimidad con la muerte:
“El cuerpo
poético, el heredado, el no filtrado por el sol de la lúgubre mañana, un grito,
una llamada, una llamarada, un llamamiento.
Sí. Quiero ver el fondo del rio, quiero ver si aquello se abre, si
irrumpe y florece del lado de aquí, y vendrá y no vendrá, pero siento que está
forcejeando y quizás y tal vez sea solamente la muerte”. (A.P., El sueño de la
muerte o el lugar de los cuerpos poéticos)
El grito no
contradice el canto de la vida: el extremo dolor de lo que perece es también la
alegría suprema del devenir, donde la muerte es también un nacimiento:
Yo, asistiendo a mi nacimiento, Yo, a mi muerte. (ibídem)
Ese tú, esa
interlocutora privilegiada, se vuelve la muerte misma, la muerte y la noche
como el sitio mítico del encuentro:
Toda la noche escucho el
llamamiento de la muerte, toda la noche, escucho
el canto de la muerte. (ibídem)
Y aun,
La noche, de nuevo la noche, la magistral
impaciencia de lo oscuro, el cálido roce de la muerte, un
instante de éxtasis para
mi heredera de todo
jardín prohibido.
(Alejandra Pizarnik, El deseo de la palabra)
En el espacio agónico de la
noche, Alejandra lanza su grito, prologo y tránsito a la vez hacia el silencio de la muerte. Frente a la
evidencia del nacimiento y de la muerte que se confunden y se superponen, la
metafísica de lo trágico de Alejandra nos señala su destino de heroína trágica:
De muerte se ha tejido cada
instante.Yo
devoro la furia como un ángel idiota invadido de malezas, que le impide recordar el color del cielo.
(Alejandra
Pizarnik, La danza inmovil)
El
espíritu trasgresor de Alejandra tiende a voltear los limites, a entregarnos
una poesía que dure y un mito de sí misma como poeta “maudit”, que fija estéticamente su
propia experiencia desde una tonalidad emotiva o psíquica, hacia una dimensión
onto- cosmológica, asumiendo la implicación originaria de crueldad y felicidad: Y con las manos embarradas golpeamos
a las puertas del amor. Y con la conciencia cubierta de sucios y hermosos velos, pedimos
por dios. Y con las sienes restallantes de imbécil soberbia, tomamos de la cintura a la vida y pateamos de soslayo a la muerte.
(Alejandra
Pizarnik, Muchos más allá)
En la
inevitabilidad del destino, en el horizonte en el cual el hombre está colocado,
al final Alejandra sucumbe:
Señor, he
consumado mi vida en un instante la última inocencia estalló. Ahora es nunca o jamás o simplemente fue… Todo
continuará igual. Todo continuará igual. Pero
mis brazos insisten en abrazar el mundo porque aún no les enseñaron que ya es
demasiado tarde.
(Alejandra Pizarnik, El despertar)
En el
transitar la vida, Alejandra – contradicción en el corazón del mundo –
capturada con levedad por sus voces, por sus fantasmas y por sus sombras, lega
por fin inadvertidamente a ese lugar donde “se funde la voluntad del hombre y
la ley que un dios en un determinado momento, le impone”. (Esquilo)
En el
accidentado recorrido de su vida, una inescrutable sabiduría trágica diseñó la
superficie de su alma, dilatando al infinito el horizonte de su sufrimiento,
proyectándola en la dimensión del enigma y del misterio. “Ahora la muchacha
halla la máscara del infinito y rompe el muro de la poesía”. (A.P. Salvación).
Bibliografía
Los conceptos vertidos en este ensayo se encuentran en:
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Emily Dickinson, Marina Tsvietaieva, Sylvia Plath, Alejandra Pizarnik,
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Ana Achmatova,
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Alejandra Pizarnik, “El sueño de la muerte o el lugar de
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Alejandra Pizarnik, “La danza inmóvil”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, Botella del mar, Buenos Aires, 1976, pág. 35 Alejandra Pizarnik, “Muchos más allá”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, obra citada, pág.55 “ “ Alejandra Pizarnik, “El despertar’”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, obra citada, pág.52 Alejandra Pizarnik, “Salvación”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, obra citada, pág. 11
Alejandra Pizarnik, “La danza inmóvil”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, Botella del mar, Buenos Aires, 1976, pág. 35 Alejandra Pizarnik, “Muchos más allá”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, obra citada, pág.55 “ “ Alejandra Pizarnik, “El despertar’”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, obra citada, pág.52 Alejandra Pizarnik, “Salvación”, en, ‘’La ultima inocencia y Las aventuras perdidas’’, obra citada, pág. 11
Dr. Gabriella Bianco, PhD, LTO
Gabriella Bianco se graduó en la Universidad de Trieste en Lingüística y
Literaturas Comparadas y en la Universidad de Urbino en Filosofía y Educación;
finalizó sus estudios de posgrado en la Universidad de Toronto con una tesis
dedicada a Antonio Gramsci, especializándose en Teoría crítica, estudiando con
Habermas, Gadamer, McLuhan, Northrop Frye, Freire y Marcuse y obtuvo la Beca
Fulbright, doctorándose en Filosofía Política y Ciencia Política en EE.UU.
Posee un doctorado en Semiótica de la Universidad de Urbino, estudiando con
Umberto Eco y Paolo Fabbri.
Junto a una intensa actividad académica desarrollada en distintas
Universidades del mundo (Australia, Canadá, USA, Italia, Kenya, México,
Argentina, China, entre otras), enseñando filosofía y literaturas comparadas,
ha sido directora y agregada cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Italia en Institutos de cultura de varios continentes.
Ha publicado libros y ensayos de temas poéticos, filosóficos, éticos y
literarios. Escribe para el teatro, el teatro-danza, la música contemporánea y
el cine. Ha sido galardonada con varios premios por su actividad artística en
Europa y en las Américas. Es Académica de Italia desde 2003 y miembro honorario
de la Unión de artistas y escritores europeos en Roma (Italia) desde 2007. Es
“ciudadana honoraria” por méritos artísticos de la ciudad Rio das Ostras (Rio
de Janeiro, Brasil) desde 2007. Ha sido nombrada “visitante ilustre” de la
histórica ciudad de Cuzco en 2010 (Perú), y “Personalidad internacional de la
cultura para el año 2013” (Buenos Aires, Argentina).
Lleva adelante proyectos
internacionales en los campos de la filosofía, de la cultura, del arte, de la
educación, del desarrollo y de lo social, con las Naciones Unidas, la Unión
europea, Canadem y otros organismos (Kenya, RDC, Haití, etc.) Ejerce el
periodismo para revistas de derechos humanos y de ética y colabora con
proyectos de cooperación internacional en favor del diálogo intercultural, de
la paz y de la no-violencia. Desde 2009 es Embajadora internacional de la Paz e
hizo misiones educativas en Guatemala 2009, en Chile en 2010 y 2011, en
Cameroon en 2013, en Marruecos en 2014, en Tunisia y Kenya en 2015, China en
2016 en defensa de un mundo sin conflictos, por la autodeterminación de los
pueblos. Es miembro activo de la Red Internacional de mujeres filosofas de la
UNESCO desde-2012.
Su amplia
obra incluye:
-
Educazione e politica (en el pensamiento de Paulo Freire). (Milano,
1975)
- Oh Lucky Country. Alla ricerca della verginitá perduta. (Sydney, 1981) - (Roma, 1984)
- La transparencia del ser. (Buenos Aires, 1990)
- ¿Dónde está la eterna primavera? Cesare Pavese y Franz Kafka.
(Buenos Aires, 1991) - El color del agua (Buenos Aires, 1991)
- Nest. Sonidos de la ausencia. (Buenos Aires, 1992)
- Diálogo con el futuro: Carlo Michelstaedter. (Buenos Aires, 1993)
- En el camino de la palabra. (Buenos Aires, 1995)
- Malakhim - Angels – Angeli. (Vancouver 1997) - (Torino, 1998)
- Enigma al femminile. (Castiglioncello, 1998)
- Drum Up The Moon, the Jazz & Blues Festival, (Vancouver, BC, 1999)
- Casanova, ovvero la magica follia. (Roma, 2000) - (Mar del Plata, 2001)
- Sólo tengo miedo equivocarme en mi muerte. (Buenos Aires, 2001)
- Wolfgang & Magdalena. (Roma, 2002)
- Mozart and Magdalena (screenplay) (Hollywood, 2003, 2004)
- Oh Lucky Country. Alla ricerca della verginitá perduta. (Sydney, 1981) - (Roma, 1984)
- La transparencia del ser. (Buenos Aires, 1990)
- ¿Dónde está la eterna primavera? Cesare Pavese y Franz Kafka.
(Buenos Aires, 1991) - El color del agua (Buenos Aires, 1991)
- Nest. Sonidos de la ausencia. (Buenos Aires, 1992)
- Diálogo con el futuro: Carlo Michelstaedter. (Buenos Aires, 1993)
- En el camino de la palabra. (Buenos Aires, 1995)
- Malakhim - Angels – Angeli. (Vancouver 1997) - (Torino, 1998)
- Enigma al femminile. (Castiglioncello, 1998)
- Drum Up The Moon, the Jazz & Blues Festival, (Vancouver, BC, 1999)
- Casanova, ovvero la magica follia. (Roma, 2000) - (Mar del Plata, 2001)
- Sólo tengo miedo equivocarme en mi muerte. (Buenos Aires, 2001)
- Wolfgang & Magdalena. (Roma, 2002)
- Mozart and Magdalena (screenplay) (Hollywood, 2003, 2004)
- “The legacy of J. A. Comenius to the
Culture of Education”, by Ministry of Education, Pedagogical Museum, Academy
of Sciences, Charles University in
Prague, Unie Comenius, Prague – Tchek
Republic - 2007
- Save Venice. (Hollywood, 2004) - (México, 2010)
- Imágenes de la Argentina. (Buenos Aires 2004) - (Córdoba, 2004)
- Incendio. (Porto Alegre, 2005) - (Buenos Aires, 2011)
- Wolfgang y Magdalena, un amor. (Buenos Aires, 2006)
- Salvar a Venecia. (Buenos Aires, 2007) – Save Venice. (Mar del Plata, 2011) (Venecia, 2015)
- Immagini da una poesia. (Roma 2009) - (Buenos Aires, 2009)
- Vertigo – Vertige. (Argentina – Chile – Perú, 2010 – 2011 - 2016)
- Mozart & Magdalena. (screenplay) (USA, 2011)
- Save Venice. (Hollywood, 2004) - (México, 2010)
- Imágenes de la Argentina. (Buenos Aires 2004) - (Córdoba, 2004)
- Incendio. (Porto Alegre, 2005) - (Buenos Aires, 2011)
- Wolfgang y Magdalena, un amor. (Buenos Aires, 2006)
- Salvar a Venecia. (Buenos Aires, 2007) – Save Venice. (Mar del Plata, 2011) (Venecia, 2015)
- Immagini da una poesia. (Roma 2009) - (Buenos Aires, 2009)
- Vertigo – Vertige. (Argentina – Chile – Perú, 2010 – 2011 - 2016)
- Mozart & Magdalena. (screenplay) (USA, 2011)
- Concert for Magdalena.
(novel) (USA, 2011)
- Mozart e Magdalena. L`amante di Mozart (Italia, 2012) (2ª edición)
- Infinite Moons, Infinite Suns. (USA, 2012)
- Mozart & Magdalena. L'amoureuse de Mozart, Paris/Montreal, 2014
- Mozart e Magdalena. L`amante di Mozart (Italia, 2012) (2ª edición)
- Infinite Moons, Infinite Suns. (USA, 2012)
- Mozart & Magdalena. L'amoureuse de Mozart, Paris/Montreal, 2014
Su amplia obra filosófica, literaria y poética incluye:
1975: Educazione e Politica (CUEU, Milano)
1984: Alla ricerca della verginità perduta (Quaderni di studi australiani, Roma)
1990: El extrañamiento del ser (Epsylon Ed., Bs. As.)
1991: Sendas de exilio: Kafka y Pavese (Epsylon Ed., Bs. As.)
1992: Nest. La metafísica de la ausencia (Corregidor, Bs. As.)
1992: Nadine Gordimer o la palabra insuprimible (Corregidor, Bs. As.)
1992: El viaje y la aventura (IIC, Bs. As., Corregidor, Bs. As.)
1992: La realidad obstinada (IIC, Bs. As., Corregidor, Bs. As.)
1993: Carlo Michelstaedter. La hermenéutica del devenir (T. Agüero, Bs. As.)
1994: El extrañamiento del ser, Torres Agüero Editor, Buenos Aires (2nd edición)
1995: En el camino de la palabra (Torres Agüero Ed., Bs. As.)
1997: El campo de la ética (HACHETTE/Edicial, Bs. As.)
2002: Epistemología del diálogo. Pensamiento del éxodo. (Biblos, Bs. As.)
2002: Wolfgang & Magdalena (Ed. Goliardiche, Roma)
2005: Búsquedas de sentido para una nueva política (PAIDOS, Buenos Aires)
2005: Manuel d'education civique et electorale, UN, Mbandaka, Équateur (DRCongo) 2005 :The World Peace Journal (Croatia - Austria)
2006: Images of Argentina, clingKlong, SMF, Schweitz (Suisse)
2006: La Amante de Mozart, Biblos, Buenos Aires
2007: La impaciencia de lo absoluto, en Carlo Michelstaedter y Simone Weil, with screenplay 'Salvar a Venecia', Ediciones Suarez, Buenos Aires
2008: Del Bicentenario de la Revolución a las luchas emancipadoras en nuestra América, 'Social Liberation and Territorial Unity', Corredor de las Ideas del Cono Sur & National Government, Academia de las Ciencias, Bs. As., 2008
2008: “The legacy of J. A. Comenius to the Culture of Education”, by Ministry of Education, Pedagogical Museum, Academy of Sciences, Charles University in Prague, Unie Comenius, Prague – Tchek Republic
2008: Diccionario del pensamiento alternativo, by Corredor de las Ideas del Cono Sur, Universidad Nacional de Lanus, Biblos, Bs. As.
2009: Implacables Ausencias - Nach Congo und anderswohin, Editorial Dunken, Bs.As.
2010: Infinitas lunas, infinitos soles, Editorial Dunken, Buenos Aires 2010: MOZART AND MAGDALENA, USA
2012: Infinite Moons, Infinite Suns, USA 2012: Walter Benjamin, ein schmerzliches Herz, Buenos Aires
2013: Tiempos de cambio, tiempos de revolución. Para un humanismo revolucionario, Buenos Aires
1984: Alla ricerca della verginità perduta (Quaderni di studi australiani, Roma)
1990: El extrañamiento del ser (Epsylon Ed., Bs. As.)
1991: Sendas de exilio: Kafka y Pavese (Epsylon Ed., Bs. As.)
1992: Nest. La metafísica de la ausencia (Corregidor, Bs. As.)
1992: Nadine Gordimer o la palabra insuprimible (Corregidor, Bs. As.)
1992: El viaje y la aventura (IIC, Bs. As., Corregidor, Bs. As.)
1992: La realidad obstinada (IIC, Bs. As., Corregidor, Bs. As.)
1993: Carlo Michelstaedter. La hermenéutica del devenir (T. Agüero, Bs. As.)
1994: El extrañamiento del ser, Torres Agüero Editor, Buenos Aires (2nd edición)
1995: En el camino de la palabra (Torres Agüero Ed., Bs. As.)
1997: El campo de la ética (HACHETTE/Edicial, Bs. As.)
2002: Epistemología del diálogo. Pensamiento del éxodo. (Biblos, Bs. As.)
2002: Wolfgang & Magdalena (Ed. Goliardiche, Roma)
2005: Búsquedas de sentido para una nueva política (PAIDOS, Buenos Aires)
2005: Manuel d'education civique et electorale, UN, Mbandaka, Équateur (DRCongo) 2005 :The World Peace Journal (Croatia - Austria)
2006: Images of Argentina, clingKlong, SMF, Schweitz (Suisse)
2006: La Amante de Mozart, Biblos, Buenos Aires
2007: La impaciencia de lo absoluto, en Carlo Michelstaedter y Simone Weil, with screenplay 'Salvar a Venecia', Ediciones Suarez, Buenos Aires
2008: Del Bicentenario de la Revolución a las luchas emancipadoras en nuestra América, 'Social Liberation and Territorial Unity', Corredor de las Ideas del Cono Sur & National Government, Academia de las Ciencias, Bs. As., 2008
2008: “The legacy of J. A. Comenius to the Culture of Education”, by Ministry of Education, Pedagogical Museum, Academy of Sciences, Charles University in Prague, Unie Comenius, Prague – Tchek Republic
2008: Diccionario del pensamiento alternativo, by Corredor de las Ideas del Cono Sur, Universidad Nacional de Lanus, Biblos, Bs. As.
2009: Implacables Ausencias - Nach Congo und anderswohin, Editorial Dunken, Bs.As.
2010: Infinitas lunas, infinitos soles, Editorial Dunken, Buenos Aires 2010: MOZART AND MAGDALENA, USA
2012: Infinite Moons, Infinite Suns, USA 2012: Walter Benjamin, ein schmerzliches Herz, Buenos Aires
2013: Tiempos de cambio, tiempos de revolución. Para un humanismo revolucionario, Buenos Aires
2016: La
provocación de la verdad y la soledad de la obra, (dos volúmenes), Buenos Aires
2016: La rosa de Monteverdi, Buenos Aires
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