EL
TORNEO
Una Leyenda sobre la creación
de la ciudad de La Paz-Bolivia
Otra ciudad congelada y el dios bueno, cansado... en la geometría
terruna de la gran meseta, la figura palpita, confundida con la costra del
suelo; pero tiene que seguir. Cada vez que erige una ciudad, que sería poblada
por seres galaxinos, el dios malo la congela de inmediato…ambos recorren la planicie,
fundando el uno, destruyendo el otro... en las profundas dimensiones de la
realidad de lo excelso, el gran torneo continúa; quieren decidir si por encima
del flujo temporal, la asimetría de lo relativo puede supeditar la continuidad
de lo absoluto... las fuerzas del universo se excitan por el espectáculo en el
que, frenesí tras de frenesí, el movimiento perpetuo de lo infinito ansía
encontrar la frontera donde el fin termina y empieza el comienzo... por más que
la energía se desenreda por los senderos de la luz, no encuentra ni techo, ni
fondo, ni pared, y los millones de los años pasan buscando un fin de año… ponen
en movimiento el átomo de los mundos y el orbe del mismo átomo, para encontrar
siempre un eco que responde desde cada vez más lejos; las llamas queman con tan
fragoso empeño, que sus lenguas son ahora nieve que deviene otra vez fuego…
todo cambia en todo ... las posibilidades de transformación se suceden, sistema
tras sistema... la noche ya no se hizo día, el día ya fue noche; el monte, quebrada;
el río, estrella; el aire, tierra .... ¡qué torneo!... ahora la nada es el todo
y la altiplanicie ¡esa altiplanicie! presta su eternidad para que las otras
eternidades se desenvuelvan... ahí está el dios bueno, pidiendo ayuda al dios
Volcán... desde los abismos cubiertos donde hierve el magma, allá donde se
fragua el rayo y se da color a la oscuridad, la potencia de los nueve planetas
se concentra para combatir al hielo el dios malo pide ayuda al dios viento;
desde el otro lado de la Vía Láctea, por un túnel de silencio, más veloz que la
luz, tan atronador como el estallido primero, llega el viento; su fortaleza
fringente congela la ciudad y el volcán... continúan los contendores con la
tarea encomendada por la divinidad de las contradicciones en la rocuna
alfombra... llegan a la Hoya, allí un río de oro corre rumoroso; el dios bueno
desciende a la hoya y el dios malo, ahora sí, no se atreve a seguirle; es que
la tibia brisa derretiría el hielo y suavizaría el viento... desde entonces la
voz de las leyendas dice que la ciudad de siempre vivirá en la constancia de un
terrible peligro que se auto-genera cada vez que se sacrifica a sí misma y el
atroz presagio una vez más, se hace objeto... ¿Cuántas veces se ha cumplido la
profecía? Para saberlo es necesario conocer la aritmética del tiempo, ciencia
reservada sólo a los privilegiados de lo eterno…
©MARIO
BLACUTT MENDOZA, poeta y
escritor boliviano
ENCARGADO CULTURAL DE ASOLAPO
ARGENTINA EN LA PAZ, BOLIVIA
Un torneo difícil en donde los protagonistas son iluminados por distintos soles, incentivados por variadas intenciones, evaluados por grupos, razas y colores,sentires ,almas y una bóveda celestial indiferente........!
ResponderEliminar