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miércoles, 31 de agosto de 2016

FRAGMENTOS PARA EL RECUERDO, Mario Blacutt Mendoza, La Paz, Bolivia

FRAGMENTOS PARA EL RECUERDO


Todos los seres humanos sentimos cariño por alguien, por algo Lorca expresa en cuatro palabras, sólo en cuatro, el máximo cariño y sentido de pertenencia que un ser humano pueda tener por su terruño.

Granada, ¡Ay! mi Granada

Juana de Ibarbourou exclama, con belleza grandiosa, la alegría de vivir, siendo una mujer joven:

Te quiero y soy joven, por eso es que tengo
las mismas fragancias de la primavera

¿Y el verso tan genuino que expresa el amor genuino de un hombre por una mujer?
Ser es no ser, si tú no eres

Octavio Campero Echazú, boliviano, expresa su perplejidad emocional ante dos sentimientos encontrados:

¿Qué dicha es ésta que llora?
¿Qué pena es ésta que canta?
¡Dicha de amarte y la pena
de amarte sin esperanza!

Recordemos los versos, por lo menos, los iniciales, de la “Marcha Triunfal” de Rubén Darío

¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo!
Ya se oyen los claros clarines,
la espada se anuncia con vivo reflejo;
ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.

Al releerlos, que nunca nos asombre que fueran considerados por la crítica de España como los versos más musicales de la lengua.

Los siguientes versos son de una poeta de Honduras (Nunca he podido recordar el nombre otra vez) expresan de una manera hermosa y femenina su decepción por la insensibilidad masculina con relación a la mujer:

Río de Honduras el único
que al besarme el cuerpo
también me besa el alma

A continuación, va una muestra máxima de lo que es el amor de madre.

Lope de Vega incluye la trama en el que un joven, en su afán de ascender en el escalafón público, acusa falsamente a su madre

Sobre la base de esa acusación, el juez la condena a muerte
Cuando oye la sentencia, la madre se dirige a su hijo y le dice:

Lo único que me pesa hijo mío
es que Dios te va a castigar

El verso también es la expresión natural de la filosofía; para comprobarlo, leamos la siguiente estrofa de Antonio Machado

El ojo que ves
No es ojo porque lo veas
Es ojo porque te ve

Se necesitaría tratados enteros para lograr la profundidad del contenido de estos tres versos y su propuesta de la existencia del mundo objetivo

(Seguiremos)

© MARIO BLACUTT MENDOZA, poeta y escritor boliviano
ENCARGADO CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA EN LA PAZ, BOLIVIA



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