ODA
al
Rotary Club de Santa Fe
Reina el
silencio en mi alrededor
Solo lo invade
el sonido del agua rumorosa.
Nace del espejo
de plata amarronado
que envuelve a
la Ciudad de las Convenciones;
un verde de
islas la circunda, la crecida
le obsequia un
collar de camalotes,
en las orillas de nuestro Paraná majestuoso,
el ceibal florecido a pleno, muestra
pétalos incendiados, a los que sólo les falta
el rítmico
tic-tac, para imitar el sonido del mío,
que se acelera
al contemplar tanta belleza.
Santa Fe amada,
que me vio nacer y acompaña
Desgranando constante mágicas perlas,
logros increíbles, sonrisas, tristezas. Traía
solo
los genes de
una madre increíblemente bella,
serena, sabia; un padre con legado ancestral
de múltiples
culturas, una energía capaz de
cruzar océanos, amar, fundar en este suelo
generoso,
virgen. Después todo. Se interrumpe
sonido
rumoroso; ruido acompasado de remos,
lleva consigo cetrino rostro, sonriente, soñador,
Escapa el pensamiento,
extiende alas, se lanza
a sorprender roja alborada, reflejo y agua.
ALBA YOBE de ABALO, poeta y escritora de Santa Fe, Argentina.
Gobernadora
Cultural en Santa Fe por ASOLAPO ARGENTINA
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ÚNICO ESPACIO OFICIAL DE DIFUSIÓN GRATUITA PARA NUESTROS MIEMBROS. NORBERTO PANNONE
viernes, 27 de diciembre de 2013
ODA, de ALBA YOBE DE ABALO, Santa Fe, Argentina
domingo, 15 de diciembre de 2013
TRES ROSAS ROJAS, de RODOLFO LEIRO, Argentina
TRES ROSAS ROJAS
(De “Rimas en la fronda” 1968)
Tres
rosas en mi rosal,
tres
soles ensangrentados,
tres
besos enamorados
colgados
del rosedal;
tres
rojas rosas que son
tres
retoños de vergel,
tres
pulsos del corazón,
tres
rosas rojas de miel;
tres
milagros en tres rosas,
tres
rubíes en tres glosas,
tres
fulgentes llamaradas;
tres
rosas puras y bellas,
que son
como tres doncellas
¡con la
faz ruborizada!
©RODOLFO LEIRO, poeta y escritor argentino. Presidente Honorario y Asesor Cultural de
Asolapo Argentina.
Nominado al Nobel de Literatura en el 2010
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jueves, 12 de diciembre de 2013
POR LOS PASILLOS DEL ALMA, de LIBIA BEATRIZ CARCIOFETTI, Argentina
ATRAVESAR EL INSOMNIO, de MARÍA CRISTINA ARÁOZ, Argentina
ATRAVESAR EL INSOMNIO
No intento resquebrajar
espejos
ni deshabitarme de antiguos pecados, no importa cuales, sé que están allí acechantes. Intento correr, alejarme... aferrarme a los últimos resquicios del naufragio para no sucumbir y descender a mi propio infierno. Sé que no contaré, como Dante con el auxilio de Virgilio. No debo ni quiero bajar, pues no podré descender ni un solo círculo. Intento atravesar mi insomnio, sin lazarillo, solo... para caminar descalzo al borde del abismo esquivando al absurdo e inútil suicidio que paciente me espera como vigía atento y despiadado. Tengo que lograr que Nereo me devuelva el impulso de una ola que me acerque a la orilla de un mar que sosiegue mi locura.
MARÍA CRISTINA ARÁOZ, poeta y escritora de Buenos Aires, Argentina.
MIEMBRO
HONORÍFICO de ASOLAPO ARGENTINA
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sábado, 7 de diciembre de 2013
HOMBRES EN MI VIDA, de YOLÍ FIDANZA, Argentina
HOMBRES EN MI
VIDA
Y se acercan buscando cómo aliviar sus llagas.
Habitan una oscura región de
desamparos;
discurren en bancos de plaza;
sueñan bajo la oliva del templo
y le disputan al perro su rincón,
el alero y el trigo a la paloma.
Algún secreto afán dispone estos encuentros.
Ayer uno llegó, traía entre sus manos,
sucio por sus penurias un libro de poemas
y me dolí de otro que temblaba y quería
llevarse al hospital a Henry Miller,
y de aquel loco místico que me bendijo
blandiendo amenazante un crucifijo.
A veces llega el que busca en el fuego su castigo
y luce la llaga como una flor prendida en la camisa,
el que denuncia alcoholes en su mirar perdido
y el que me afrenta con su muñón impúdico
pero tiene algún ángel con quien vuela escaleras.
Hay uno que repite sus visitas, pide jabón, un traje, una corbata
y pregunta si así limpio, alguna buena mujer podrá quererlo.
Yo voy unida a otros, frecuentan escritorios, aulas y galerías,
aprecian sutilezas, leen a Borges y a Machado. Aman, acaso, odian.
Con uno tejo una apretada trama de gozos y de sombras
y hasta gustamos frutos, sé que ellos también esconden algún dolor
pero les pido: no me llamen los lunes, por la tarde sólo escucho
a los vencidos hermanos que arrastran su miseria por mi
calle.
YOLÍ FIDANZA, poeta y escritora argentina.
MIEMBRO HONORÍFICO de
ASOLAPO ARGENTINA
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miércoles, 4 de diciembre de 2013
SABIDURÍA, de IRENE MERCEDES AGUIRRE, Argentina
SABIDURÍA
A Confucio
(siglo VI)
Sabio es aquel que sabe que no es sabio,
que apenas es un punto imperceptible
de comprensión de todo lo visible
con su pequeño y mísero astrolabio.
Demuestra amor y expresa lo sensible
sin el temor de pronunciar su labio
una emoción que siente o el resabio
de algún rencor oculto e inaudible.
Total y humano, plena paradoja,
se muestra el hombre que en su
pecho guarda
la convicción
que en cuerpo y alma aloja
Sabe que es débil, sabe cuán amarga
es la traición ó
el yerro que lo enoja
¡Pero aún así ,
feliz, lleva su carga!
IRENE
MERCEDES AGUIRRE, poeta y escritora Argentina.
MIEMBRO
HONORÍFICO de ASOLAPO ARGENTINA
martes, 3 de diciembre de 2013
SOMBRAS, de MARÍA ESTER SORBELLO, Argentina
SOMBRAS
La ausencia
infinita,
muerde mi
tristeza,
se lleva mis
fuerzas,
me roba la luz.
Ya nada me queda,
todo lo he
perdido,
tu risa, mi risa,
el verme en tus ojos.
Tu ausencia me
deja
las alas del alma
quemadas,
marchitas.
Y mis manos
vacías,
Sólo son… pájaros muertos.
MARÍA ESTER SORBELLO, poeta y escritora Argentina.
MIEMBRO HONORÍFICO de ASOLAPO ARGENTINA
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viernes, 29 de noviembre de 2013
CALLES, MI CIUDAD BUENOS AIRES, de LIDIA CRISTINA CARRIZO, Argentina
CALLES,
MI CIUDAD BUENOS AIRES
En los lugares diarios se encienden miradas,
sonidos, mientras se disgregan hechos que
marcan sitios, se acrecientan los recuerdos.
Continuas imágenes se suceden,
que van grabando mi ciudad.
Atrás quedó en la finitud que
acrecienta y acuna mi nostalgia.
Barrios que te cantan con
murmullos lo antepasado ensoñado.
Vuelan sonidos que me separa
el tren de esta otra geografía con su silbo,
por un verde esperanza, el canto de grillos,
de sus árboles entre variables verdores,
van entre sus ramas cantando sus canciones.
Café con leche y medialunas crocantes....
infaltables en el comienzo diario.
Cómo retener el ritmo de sus calles
en mi ciudad, con gente tan urgente!
y multitud de voces, con sus cortes
estratégicos, pancartas por injusticias,
y sus colores blancos y rojos, vocablos
conocidos por años de reclamos.
Mi Ciudad tiene calma al fin de sus jornadas.
Mi Ciudad no duerme!
Su revuelo, sus sombras aún me estremecen
en la quietud del tiempo.
Camino Buenos Aires, al compás de su gente.
Me gusta tu murmullo, tus calles, tanta gente,
mi Ciudad Bs. As, asombra.
¿Cuál será tu misterio Buenos Aires?
LIDIA CRISTINA
CARRIZO, poeta y escritora
Argentina.
EMBAJADORA CULTURAL de
ASOLAPO ARGENTINA
martes, 26 de noviembre de 2013
NADIE SE MUERE EN LAS VÍSPERAS, de Héctor Grillo, Argentina
NADIE MUERE EN LAS VÍSPERAS
Presintió la claridad bañando el mísero
recinto, el alba derramada a través de ventanucos enrejados.
Las paredes de adoquines cobijando el sudor de la
humedad.
Quieto sobre la paja se arropó en la
duermevela y soñó su pueblo lejano, tan suyo, tan distinto. Su familia y sus
amigos de la infancia ya hombres; en cuclillas riendo y bebiendo cerveza de
mijo endulzada con miel.
Su mujer embarazada, desnuda sobre la
costa del río después del amor; casi una niña, hermosa como una luna azabache,
más bella que una bellísima flor de nenúfar con pétalos de alabastro.
Su hijo ¿Ya sería un joven en edad de
conocer por vez primera la quemazón de mujer con sabor a dátiles maduros?
Una gran inquietud oprimió su garganta.
Notó que su mejilla se mojaba, y la secó antes de que fuera visible a los ojos
de los otros.
En su desnudez de negro madero parecía
aún más alto y sus músculos se veían más potentes a contraluz. Tomó una jarra y
se restregó todo el cuerpo con abundante aceite de oliva y polvos dorados.
Nadie habló.
Fuera del recinto ya se oía el griterío
cruel de la turba que dominaría la jornada.
Aferró sus armas con ansiedad y se
encolumnó con los demás.
Trotaron al gran círculo, a la arena, al fuego del
sol, mientras miles de almas tragaban trozos de pan, y comenzaban a gritar
desaforadas, sedientas de sangre y sangre.
Marcharon al centro del
Coliseo.
Allí, frente al palco, con una
falsa seguridad y una triste angustia le gritaron con ímpetu guerrero al dueño
de sus vidas:
¡ Ave Cæsar, morituri te salutant !
HÉCTOR GRILLO, poeta y
escritor argentino.
MIEMBRO HONORÍFICO de ASOLAPO
ARGENTINA
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sábado, 23 de noviembre de 2013
LAS GAFAS DE VENECIA, de Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España
LAS
GAFAS DE VENECIA
Mi hermana Clara acababa de llegar a casa desde el
hospital, donde había dado a luz a una preciosa niña de ojos azules, como
muchos de los miembros de mi familia, excepto yo y mi madre que los tenemos
marrones.
.- Ves al cajón de la cómoda a ver si está allí el
análisis de tu hermana y tráelo, yo voy a ver si todavía duerme- me dijo mi
madre que estaba en casa de mi hermana
para cuidarla en el posparto.
Cual no fue mi sorpresa al abrir el cajón de la
cómoda y ver mis gafas de Venecia que habían desaparecido hace un montón de
tiempo. Eran unas hermosas gafas negras oblicuas con figuras de ángeles tocando
trompetas dibujando el ángulo del ojo y cerrándose hacia la sien. ¿Cómo habían
ido a parar mis gafas allí? ¿Me las había hurtado mi hermana?. Con un montón de
conjeturas circulando por mi mente llegué hasta el dormitorio de mi hermana,
que al verme con las gafas en la mano, hizo un gesto extraño.
.-¿Cómo es que tienes mis gafas de Venecia?. Yo
creía que las había perdido. Hace un montón de tiempo desaparecieron
misteriosamente, me volví loca buscándolas, y, ¿ las tenías tú?.
.- Sí, las tenía yo- repuso Clara desafiante.
.-No hables que estás muy débil, has tenido un
parto muy difícil y tienes que reposar- interrumpió mi madre un poco inquieta,
ya que el ambiente se iba cargando de
una tensión extraña.
.-Creo me debes una explicación ¨C le dije a mi
hermana; a mi hermana pequeña que acababa de tener una preciosa niña de ojos
azules. Esa hermana doce años más joven que yo, a quien tuve que atender cuando
mi madre iba a su cotidiano trabajo y que dejaba a mi cuidado. Esa mozuela que
hubo que empujar y motivar para que terminara sus estudios que se casó con un
hombre mayor, todavía no sé porque y que ahora, me miraba con un gesto de
menosprecio retándome con la mirada.
.-Sí, las tengo yo, pero no porque te las robara,
me las regaló Juan, tu marido- repuso desafiante.
Mi madre, perspicaz como siempre, repuso alarmada.
.-Halé dejaros de charla, tú acuéstate y descansa
que lo has pasado muy mal. Tú vete a tu casa y ya lo discutiréis otro día.
Muy turbada no sabía qué pensar. Intenté irme
cuando observé un gesto retante de mi hermana, algo amargo yacía en sus ojos,
en su gesto.
.-Estas gafas me las regaló Juan cuando estuvimos
en Venecia, en nuestro viaje de boda. Las tenía gran cariño, por su belleza.
Las venecianas se las colocan en Carnaval, y un día desaparecieron, así, sin
más.- repuse un tanto turbada.
.- Sí, tu tenías las gafas, al guapo médico por marido, el trabajo en el
bufete de abogados de padre, luego dos
hijos, viajes, triunfos profesionales, sí lo has tenido todo y lo sigues
teniendo, yo sólo pude optar a las gafas de Venecia, únicas por su belleza y
por lo que representaban, vuestro amor romántico en la hermosa ciudad italiana.
.- ¿Qué tonterías dices?. Tu tienes tu trabajo, tu
hogar, tus dos hijos, tu marido. ¡No te entiendo!
.-Sí claro y si no hubiera sido por ti no tendría
trabajo, ni casa, ni familia alguna -repuso Clara desafiante.
.-Tienes un marido que te quiere y...
.-Sí, un “hogar muy feliz” dijo con retintín. Un
marido que no puede darme hijos, un trabajo que lo tengo por ti que has
gestionado mi plaza en la peluquería. Sí la pequeña e insignificante Clara
tiene un hogar, un hogar feliz ¿verdad?. El tono de su voz se volvía agrio y
mordaz.
Llegado este momento sentí cómo un pánico se
apoderaba de mi. Iba descubriendo con espanto que haber ejercido de madre, de
mi hermana, tenía resultados nefastos.
.- ¿Cómo un marido que no puede darte hijos?.Tienes
dos, anteayer trajiste al mundo una preciosa niña.
.-Y con los ojos azules como tu marido y tus dos
hijos.- repuso con un gesto desafiante.
.-Sí, tu pequeña hermanita empezó a ganar la
partida cuando tu marido accedió a regalarme las gafas y después a darme los
hijos que Mario no puede. Ya ves en algo te tenía que ganar.
Como un robot abrí la ventana y lancé al vacío las
gafas, sin decir palabra volví a casa sin saber qué iba ser de mi vida a partir
de aquel momento.
SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora de Alcoy, Alicante,
España.
MIEMBRO HONORÍFICO de ASOLAPO ARGENTINA
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jueves, 14 de noviembre de 2013
DARÍO, de Rodolfo leiro, Argentina
DARÍO
Quisiera razonar como Darío
en prisma metafórico de glosa
y en el centro vital donde la prosa
desmaya su romántico albedrío;
centrar un corazón sin el engrío
que el ego desorbita y se reposa
y no crean, después, que es poca cosa
ensayar un soneto sin Darío.
Disipar ese tópico sombrío
con el lápiz solvente donde estrío
la frase sobre pétalo de rosa.
¡Otra vez las farolas de mi brío,
sobre el mar de la pompa yo me río!
¡No dirán que el soneto es poca cosa!
RODOLFO
LEIRO, poeta y escritor argentino
PRESIDENTE
HONORARIO y ASESOR CULTURAL de ASOLAPO ARGENTINA
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domingo, 10 de noviembre de 2013
DON ATA, de CARLOS MACENA, Argentina
CARLOS MACENA, poeta y escritor argentino
DIRECTOR de ASUNTOS INSTITUCIONALES de ASOLAPO ARGENTINA
jueves, 7 de noviembre de 2013
"ENCUESTA", de RODOLFO LEIRO, Argentina
ENCUESTA
Diploma de una vida saturada
por el rudo pulsar de su ideario,
debería acuñarse en silabario
sobre un cuerno de luna dislocada;
Si una encuesta en rima trastocada
por infausta locura de falsario,
estallara en cifra sobre el diario
que el aedo trabaja en madrugada,
es acaso posible que una estrada
saturada
de lirio, de granada,
de una glosa de cirio titilante,
aplaudiera en gótica gamada
y un cometa de lúcida alborada
me llevara en elíptica farsante.
RODOLFO
LEIRO, poeta y escritor argentino
Presidente
Honorario y Asesor Cultural de Asolapo Argentina
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viernes, 1 de noviembre de 2013
A DON JOSÉ GOBELLO, de CÉSAR TAMBORINI DUCA, León, España
A Don José Gobello
A Don José Gobello
Hoy escribe el poeta pesaroso
las rimas de un soneto lastimero;
y el lamento de un tango verdadero
deja oír el acorde quejumbroso.
Se nos fue don Gobello de este mundo,
eximio gran maestro del lunfardo,
hoy te evoca consternado este bardo
propiciando el recuerdo más rotundo.
Fuiste estrella luminosa que alumbraba
con el brillo inusitado de tu ciencia
con el gesto, la palabra y tu paciencia
los recónditos secretos de un lenguaje;
y hoy discretos, te rinden homenaje
el reaje y el punguista que afanaba.
CÉSAR TAMBORINI DUCA, poeta y escritor argentino, residente en León, España
MIEMBRO HONORIFICO de ASOLAPO ARGENTINA
ESPACIOS, de RODOLFO LEIRO, Argentina
ESPACIOS
¿En que espacios siniestros me desplomo?
¿Cuál el astro imperial que me reciba?
¿Qué cometa de azul , donde yo escriba
lucirá
cómo el tímpano del Duomo?
Acaso me desvelo y no me encono,
desafío lo necio, que me inhiba,
o la injuria falaz de la diatriba,
que la siento pasar yo no se como.
¿Será la vil ceniza, el cinerario
que me lleve a su lóbrego escenario
para hundirme en su lúgubre baldío?
¡Acaso mi cuaderno, sin secreto,
dibujará mi efigie en un soneto!
¡En su entraña feraz el sueño mío!
RODOLFO LEIRO, poeta y escritor argentino
Presidente
Honorario y Asesor Cultural de Asolapo Argentina
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miércoles, 23 de octubre de 2013
BOSQUEJO y BARDAL, dos sonetos de RODOLFO LEIRO, Argentina
BOSQUEJO
Bosquejo
de mi noche adolescente,
mi
grito desafiando tu silencio,
que
tornando de antaño, lo evidencio
en un
lapso de vida iridiscente;
tu
sonrisa fue siempre ambivalente,
a esta
enorme distancia la sentencio
en un
numen de raro providencio
sobre
un dolmen de labio evanescente;
se fue
la adolescencia subyugante
tan
lejana, tan lúcida, distante,
como
soplo de sol efervescente:
y me
quedó tu imagen inconstante
latiendo
en el paisaje fascinante..
Palpitan
las dos sombras en mi mente.
BARDAL
A la que fue mi esposa,
Nieves Rosa Boudet,
en el día de la madre
Bajo el
bardal vetusto que fue amparo
de un
pedazo vital de mi aventura,
reaparece,
de pronto, tu figura
como en
el rudo mar orienta el faro;
aunados
los dos, bajo el film claro,
de un
reluciente sol, como ternura
que
reaviva el amor que no se jura
y de la
igual pasión es fiel avaro.
Allí
quedaron años no olvidados
como suerte de besos laminados
bajo el
humilde techo amanecido.
Nostalgia
de los ratos conversados,
Estampas
de los labios convidados.
De lo
mucho, que ayer, hemos querido!
Rodolfo
Leiro
20/10/2013
RODOLFO LEIRO, poeta y escritor argentino
PRESIDENTE HONORARIO y ASESOR
CULTURAL de ASOLAPO ARGENTINA
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