Imagen de: Venezuela Al Día
GERTRUDE
HESSE
Cuando llegó la hora de decir adiós,
pensaste en tu vida , recordaste a tu Dios,
tu niñez no tan feliz y lo lamento,
tu juventud, mujer, de loco encantamiento.
Agotaste esfuerzos y sufriste agonías,
tuviste tiempos en que ya no podías,
seguidos de dolorosos llantos
ante tantas penas y quebrantos.
A pesar de ser creyente y ser devota
de tu Dios, la paz fue gota a gota ;
tus errores los pagaste con creces
y realmente con altos intereses.
En vida tan larga y esforzada nada hiciste,
si acaso un verso de inspiración alada,
un poema que guardas en tu pecho
y que te viene ahora ya en tu lecho.
Hace tres días Gertrude que partiste,
hace tres días que lloro tu alegría,
se han ido contigo tu tristeza y tu melancolía.
Que bueno Gertrude que te fuiste.
Hubo esfuerzos, angustias y agobiantes penas,
cargaste con espantosas y pesadas cadenas;
no todos comprendieron del amor y de la entrega,
pero ahora eres feliz con la tranquilidad que llega.
Que corazón y que valor los que tenías,
no tuviste el calor del Dios en
que creías;
eras buena, excelente; te conocí bien.
Gertrude, Gertrude, te despido y amén.
Un día de fiesta, sonriendo me dijiste,
voy a dedicarme a morir,
estoy cansada, no quiero más sufrir,
y exactamente fue eso lo que hiciste.
Abril 19 de
2008
©JAIME VÉLEZ
RAMÍREZ, poeta
y escritor colombiano
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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