Imagen de: Taringa
DE OTOÑO Y PRIMAVERA
Fue en Santiago y no lo
olvido,
previo al sol
cordillerano,
que tomados de la mano
te besé, como al descuido.
Hoy revivo, conmovido,
cuando de eso nada queda,
sin comprender bien la
veda
que impusiste, cual
anclaje,
cada detalle del viaje
que incluyó “nuestra”
alameda.
Los dos, aves solitarias
buscando nada ni nadie
cuando no fuera otro aire
para almas libertarias.
En la noche, candelarias,
y mojones en el día,
con la aventura por guía
a nuestros años vividos,
mortales desconocidos
hechos a pura porfía.
Santa Rosa, Bariloche,
Puerto Montt, Lagos del
Sur,
Patagonia y su glamour,
la nieve, puro derroche.
La luna llena en la noche,
Santiago, y tras los Andes
Mendoza, cuando desandes
entre bodegas y acequias,
cuyano vino te obsequia
su nobleza entre los
grandes.
El viaje trajo el deseo,
otros viajes el amor,
nunca podrá este dolor
borrarte como te veo.
En mi constante braceo
hacia tu orilla, do
quiera,
siempre la imagino
austera,
de flor a puro retoño,
para un romance de otoño
que se murió en primavera.
©VÍCTOR VELÁZQUEZ, poeta y escritor
uruguayo
MIEMBRO HONORÍFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
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