Imagen de Cuadros Guapos: - Marina al atardecer - Horizonte de playa y mar
COPLAS DE PAZ
A estas playas desiertas
donde muere tanta gente
hemos llegado a nacer
para vencer a la muerte.
Del tamaño de tus egos
altos muros construirás
desconfía de tus apegos
y a ser libre volverás.
No hinques diente de pecado
en la fruta del que manda
que es tiranuelo asustado
en la cruz de su demanda.
Si no traen tus alforjas
el sino de la verdad
ese destino que forjas
hará crecer la maldad.
Ante el silencio del mundo
que se sumerge en la guerra
este perro vagabundo
ladra rezos de la Tierra.
Sobre Barquillo pequeño
que carga la luz del cielo
viene Cristo real dueño
con paz a cumplir tu anhelo.
Duerme la aldea y disfruta
donde el sueño se hace uno
la poesía es esa fruta
que no hace mal a ninguno.
He venido a rescatarte
del sueño de vanidad
más que a venir, a escoltarte
al Sendero de amistad.
Si pasas por mí poblado
a la vera del camino
tu nombre estará grabado
en la flor de los espinos.
Ellos cuidan y perfuman
el aire que va pasando
tus palabras ya se esfumas
pues silencio está llegando.
En una Vera del Río
donde a cantar nos juntamos
con la voz "en vos confío"
encontré a mis Hermanos.
Unos traían incienso
otros cabellos dorados
otros, ramas del olivo
en la palma de su mano.
Mañana, que es hoy, la estrella
enjoyada en sus fulgores
trae la música bella
para matar los temores.
En este río que es vida
un zarcillo de pureza
Sujeta así nuestra viña
y libra de la pereza.
La pequeñez y la fuerza
el fino bucle contiene
el racimo y lo que Versa
vino y poesía sostiene.
La vanidad no es mi asunto
por estas pampas desiertas
No cargo ningún difunto
quiero cantar coplas ciertas.
Vine a vencer a la muerte
no para hablar cosas muertas
Y tú alegría es la suerte
Y es tú presencia "abrepuertas"
Donde la Paz siembra nido
La abundancia busca al sano
Copla triunfal les convido
De un Latinoaméricano.
Mañana cuando me vaya
para no volver jamás
la sombra dirá a mi sombra
¡hasta siempre! ¿A dónde vas?
A estas playas desiertas
donde muere tanta gente
hemos llegado a nacer
para vencer a la muerte.
Del tamaño de tus egos
altos muros construirás
desconfía de tus apegos
y a ser libre volverás.
No hinques diente de pecado
en la fruta del que manda
que es tiranuelo asustado
en la cruz de su demanda.
Si no traen tus alforjas
el sino de la verdad
ese destino que forjas
hará crecer la maldad.
Ante el silencio del mundo
que se sumerge en la guerra
este perro vagabundo
ladra rezos de la Tierra.
Sobre Barquillo pequeño
que carga la luz del cielo
viene Cristo real dueño
con paz a cumplir tu anhelo.
Duerme la aldea y disfruta
donde el sueño se hace uno
la poesía es esa fruta
que no hace mal a ninguno.
He venido a rescatarte
del sueño de vanidad
más que a venir, a escoltarte
al Sendero de amistad.
Si pasas por mí poblado
a la vera del camino
tu nombre estará grabado
en la flor de los espinos.
Ellos cuidan y perfuman
el aire que va pasando
tus palabras ya se esfumas
pues silencio está llegando.
En una Vera del Río
donde a cantar nos juntamos
con la voz "en vos confío"
encontré a mis Hermanos.
Unos traían incienso
otros cabellos dorados
otros, ramas del olivo
en la palma de su mano.
Mañana, que es hoy, la estrella
enjoyada en sus fulgores
trae la música bella
para matar los temores.
En este río que es vida
un zarcillo de pureza
Sujeta así nuestra viña
y libra de la pereza.
La pequeñez y la fuerza
el fino bucle contiene
el racimo y lo que Versa
vino y poesía sostiene.
La vanidad no es mi asunto
por estas pampas desiertas
No cargo ningún difunto
quiero cantar coplas ciertas.
Vine a vencer a la muerte
no para hablar cosas muertas
Y tú alegría es la suerte
Y es tú presencia "abrepuertas"
Donde la Paz siembra nido
La abundancia busca al sano
Copla triunfal les convido
De un Latinoaméricano.
Mañana cuando me vaya
para no volver jamás
la sombra dirá a mi sombra
¡hasta siempre! ¿A dónde vas?
©FAVIO CEBALLOS. Poeta y escritor argentino
Cada vez me cuesta más leer poemas de más de quince versos... A éste lo leí hasta el final para escuchar qué tenía el poeta que decir, porque hace mucho que no lo oigo... y me voy a quedar con la estrofa final, que vale por todo un poema: "Mañana cuando me vaya
ResponderEliminarpara no volver jamás
la sombra dirá a mi sombra
¡hasta siempre! ¿A dónde vas?"
Tan sencilla y tan perfecta.
Un saludo.
Marián Muiños
Bella rosa es Marián.
EliminarLos pétalos del molino
Perfumes exparcirán
A la vera del camino
Con lágrimas del destino,
Lluvias que nieve y de sal,
Hace pacto cristalino
que ennoblece su rosal.
Y fructifica el poema
En metáforas sin par
Esa perla honda gema
Precioso cáliz el mar.
Favio Ceballos