ALEGATO
DE JUAN NADIE
“Protesto contra la actual
sociedad”
Damas y caballeros: Yo soy
el hombre que todos conocen como Juan
Nadie. He escogido este nombre porque parece describir al hombre de la calle.
Al Alcalde y al Gobernador no les gustan los artículos que escribo. La gente
como el Gobernador y ese otro están preocupados, pero no voy a hablar de ellos;
voy a hablar de nosotros, la gente normal, los Juan Nadie. Si les preguntaren
cómo es el Juan Nadie corriente no podrían decirlo porque es un millón de
casos. Es el señor grande y el señor pequeño; es ignorante y es sabio; es
esencialmente honrado, pero tiene un ladrón dentro de sí: en oportunidades
entra a una cabina telefónica, no sin
antes mirar a través de la ranura de la cerradura para ver si alguien se ha
dejado diez centavos. Es el hombre para quien redactan los anuncios; aquel a
quien muchos pretenden venderle cosas; siempre acaba pagando el pato, y es la
mayor fuerza del mundo. ¡Sí señor!...¡Somos una gran familia los Juan Nadie!
Somos los mansos que teníamos que heredar la tierra. Estamos en todas partes:
cosechamos; excavamos en las minas; trabajamos en las fábricas; llevamos los
libros; hacemos volar los aviones; conducimos los autobuses, y cuando un poli
grita: ¡Atrás...! ¡Usted...atrás!..., se refiere a nosotros, los Juan Nadie.
Hemos existido desde siempre: hemos construído las Pirámides; hemos visto a
Cristo crucificado; extraído metales para los emperadores romanos; navegados en
las carabelas de Colón; hemos salido de Moscú con Napoleón y nos hemos
congelado con Washington en Princeton. ¡Sí señores!...Hemos estado allí, y
aportando nuestro grano de arena desde los inicios de la historia del mundo, y
en nuestra lucha por la libertad, hemos golpeado en la lona muchas veces. Pero
siempre hemos vuelto a la lucha, porque somos el pueblo y somos fuertes. Han
empezado a hablar de la gente libre que se reblandece, que ya no puede más... ¡Todo
eso es mentira! La gente libre podemos cambiar el mundo, desde la guerra hasta
el juego más insignificante, si nos lo proponemos. Sé que muchos de ustedes se
preguntan qué puedo hacer: sólo soy un pobre hombre...yo no cuento. Pues, se
equivocan. Los pobres hombres siempre han contado, porque a la larga, el
carácter de un país es la suma total del carácter de sus pobres hombres. Pero
tenemos que actuar todos juntos. No podemos ganar el juego si no hacemos
un trabajo de equipo, y ahí es donde
aparece cada Juan Nadie. Depende de él unirse a su compañero de equipo. Y su
compañero de equipo, amigos míos, es la persona que tiene al lado. Su vecino es
una persona enormemente importante; lo necesita y él necesita de ustedes. Así
que, cuídenlo si está enfermo; denle de comer si está hambriento; y si no tiene trabajo búsquenle uno; hablen
con él si está preocupado. Para la mayoría de ustedes su vecino es un extraño.
Un tipo con un perro que ladra y una pared que lo aísla, pero ahora ya no puede
ser extraño nadie que forme parte de su equipo. Así que ¡derriben esas paredes
que los separa! Derríbenla y derribarán todos esos odios y prejuicios.
¡Derriben esas empalizadas y habrán realizado un trabajo digno! Sé que muchos
estarán diciendo: ”Este hombre está pidiendo un milagro; espera que la gente
cambie repentinamente”. Pues, se equivocan, ¡No es un milagro!, ¡No es un milagro!,
porque he visto que ocurre una vez al año, todos los años, al llegar
*
-Éste es un fragmento de una
historia que he recogido porque me siento partícipe de esa cruda historia. Soy
un Juan Nadie dentro de los millones que habitan el planeta. Muchos pensarán
que este profundo alegato es producto del sentimiento de un comunista; de un piquetero; de algún anarquista marginado de la sociedad. ¡Lejos de la realidad!
Son conceptos vertidos por un actor para una película. El film lleva por
título, precisamente “Juan Nadie”, y el actor se llamaba Gary Cooper. Este
astro del firmamento hollywoodense, tan identificado con los personajes
invencibles de la farándula, supo producir joyitas como la mencionada. La
película fue dirigida por Frank Capra en 1941. Y yo me pregunto: ¿En estos
tiempos de muertas utopías, Capra y el grande de Gary se habrían animado a
elaborar algo así?
OSVALDO ZERBINI, periodista, poeta y escritor
argentino.
Miembro de Asolapo Argentina
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martes, 26 de febrero de 2013
ALEGATO DE JUAN NADIE
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SALUDOS A LOS HERMANOS DE ASOLAPO. ALEJANDRA ZARHI GARCÍA. EMBAJADORA EN CHILE DE ARGENTINA
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