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martes, 4 de febrero de 2014

SOBRE EL AMOR, LA NOCHE Y EL CAMINO, de Ceferino Daniel Lazcano Menchaca, Olavarría, Argentina

SOBRE EL AMOR, LA NOCHE Y EL CAMINO

Anoche me visitó tu recuerdo
-un resplandor anaranjado de otro tiempo-
y me detuve a reconstruir un par de noches
en que le fallaron los dardos a Cupido.
Hacía frío y recostado en mi cama
no tardé en quedarme dormido,
y en soñar el sueño de los caídos:
Yo era una luminaria al borde del camino,
una luz amarillenta que estaba allí
porque a los hombres les interesa
señalar el peligro y las cosas valiosas.
En mi cabeza solitaria podía sentir
lo terrible de mi nuevo estado:
Rodeado de rocas peladas,
pastizales despreciables
y bolsitas de polietileno…
rodaba el viento
en la noche infinita y oscura,
y pequeños alfileres de lluvia
llegaban hasta mí.
Experimenté mi destino
de pequeño faro abandonado
y comprendí el significado
de la palabra desconsuelo.
Expuesto a todas las versatilidades del clima,
lastimó aún más mi sensibilidad dolorida
esa hora en que gira el viento
como un gigante maligno y caprichoso
y rueda la fuente de la lluvia
sobre el altar en sombras de la tierra,
pero creo que a todos los desesperados,
a todos los hambrientos y desfallecientes
les ha de secar el aliento ese color pardo
del que todos los objetos se recubren, sin distinciones,
cuando llega la noche y queremos en vano
encontrar una forma amistosa,
allá lejos.
Lejanos ruidos se propagaban
en todas las direcciones de la oscuridad,
fuera de mi vista.
De pronto un autobús dobló la curva,
quinientos metros a mi derecha,
resoplando en el frío de puñales y de hiel
que precede al amanecer invernal;
por un instante pude ver tu cara perfecta
-cincelada de mármol, seda y silencio-
perturbada por el llanto,
posar  sus ojos en mí
(esqueleto de luz, cristal y cemento).
Se partió mi imagen en tus retinas
bañadas en lágrimas.
pasó el autobús
y me quedé imaginándote,
(yo luminaria o yo solitario)
único, irrepetible e insignificante
como todas las cosas y todos los seres
de este pobre mundo.
Meditando sobre el amor,
que nos hace acercar al Infinito
y a la perfección.
Meditando sobre tu amor,
pero ya te has ido…

©CEFERINO DANIEL LAZCANO MENCHACA, poeta y escritor argentino.
DIRECTOR GENERAL de ASOLAPO ARGENTINA en zona sur de la provincia de  Buenos Aires, Argentina.

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