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UN 18 DE JULIO CUALQUIERA
Las fechas célebres no guardan en el colectivo humano el mismo nivel de
importancia; para cada cual, su vivencia personal guarda un recuerdo imperecedero
en lo más profundo de su corazón, porque hay hechos que sólo ocurren una sola
vez y nos marcan de por vida... Por eso este 18 de julio tiene para mí otro
recuerdo personal arrasado por los avatares y tragedias que nos impuso la
guerra que despuntaba al viento.
Me he acercado a la ventana y lentamente he apartado la cortina que la
cubre casi toda. Compruebo con sorpresa, que pocas cosas han cambiado en el
viejo patio, al fondo el olivo permanente, bajo cuyo ramaje, nos cubríamos de
los rayos del sol por el día y de los besos furtivos por la noche.
Y vino a mi memoria aquella noche del verano ya 78 años trascurridos,
aquel 18 de julio del 36 cuando fui a tu encuentro con el ansia desmedida que
tu fulgor enalteció. Aquel encuentro fugaz, aquel despertar adolescente que el
terror de la guerra arrasó inconmensurablemente, aquella destrucción implacable
que hemos sufrido con tanto dolor.
Las lentas y suaves caricias, el ardor clamoroso del tacto de una piel
suave, de unas carnes prietas, de un aliento vacilante, de una culminación
ardorosa, de suspiros contenidos, abiertos ahora al encuentro.
Momento a momento con profundo y nuevo placer, de una abertura al
mundo, de un ser y no ser un volar a espacios nuevos para llegar a una calma placentera
¡cuánto vivir en tan poco espacio y tiempo!
Al volver, mi madre me esperaba en el pórtico de la puerta que separa
nuestra casa, su mirada no era severa, ni triste ni alarmada, brillaba
intensamente, quizás recordando tiempos suyos semejantes pero ya pasados.
Me miró con ternura y me susurró.
.- “Se te ha mojado la blusa, creo que vuelve a llover”.
©SALOMÉ MOLTÓ, poeta y
escritora de Alcoy, Alicante, España.
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Salomé, querida amiga...Que bella página, qué intangiblemente pasea la nostalgia por sobre ella, como paloma herida por recuerdos imborrables....
ResponderEliminarHermoso, lleno de ternura y de recuerdos, cariños. Mara
ResponderEliminarLa ternura y la sencillez: dos de las muchas virtudes de Salome Moltó.
ResponderEliminar(Marián Muiños)