AL OTRO LADO NO ESTA LA NADA
Al otro lado no está la nada,
al otro lado
sé que puede habitar
alguna tímida suerte
de esperanza.
Mi casa fue de nácar,
el lugar protector
donde mutaban lágrimas en perlas
hasta que las cuencas se agotaron.
En mi hogar florecieron
y gemelaron la alegría y la tristeza,
nunca tan estrechamente hermanadas.
Ahora me voy
y la dejo atrás,
o a un lado doloroso.
De mí se despiden
Junto a la palmera y las camelias,
los espacios macerados en paradojas.
Tengo que ver cómo resuelvo
El enigma de lo que me queda de vida.
GLORIA NISTAL – Madrid, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Al otro lado no está la nada,
al otro lado
sé que puede habitar
alguna tímida suerte
de esperanza.
Mi casa fue de nácar,
el lugar protector
donde mutaban lágrimas en perlas
hasta que las cuencas se agotaron.
En mi hogar florecieron
y gemelaron la alegría y la tristeza,
nunca tan estrechamente hermanadas.
Ahora me voy
y la dejo atrás,
o a un lado doloroso.
De mí se despiden
Junto a la palmera y las camelias,
los espacios macerados en paradojas.
Tengo que ver cómo resuelvo
El enigma de lo que me queda de vida.
GLORIA NISTAL – Madrid, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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