LA RECOMPENSA
Ten por guía la paz y el bien por Norte;
siempre otorga perdón al que ofenda;
y aunque el ser más querido, ruin te venda,
la maldad del perjuro no te importe.
Por más que una mujer ingrata aporte
más sombras a tu vida, no pretenda
tu herido corazón rasgar la venda
con que el sino falaz tu vida acorte.
Nunca se oiga en tus labios la disputa;
cual Sócrates ingiere la cicuta
sonriendo, aún bajo el fuego del veneno.
Y entonces, cuando ya tu ser sucumba,
quizás alguno diga ante tu tumba:
¡Aquí está sepultado un hombre bueno!
DELIO DESTÉFANI – Junín, Buenos Aires, Argentina
Ten por guía la paz y el bien por Norte;
siempre otorga perdón al que ofenda;
y aunque el ser más querido, ruin te venda,
la maldad del perjuro no te importe.
Por más que una mujer ingrata aporte
más sombras a tu vida, no pretenda
tu herido corazón rasgar la venda
con que el sino falaz tu vida acorte.
Nunca se oiga en tus labios la disputa;
cual Sócrates ingiere la cicuta
sonriendo, aún bajo el fuego del veneno.
Y entonces, cuando ya tu ser sucumba,
quizás alguno diga ante tu tumba:
¡Aquí está sepultado un hombre bueno!
DELIO DESTÉFANI – Junín, Buenos Aires, Argentina
De la revista "Rimas", Diciembre de 1943
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